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OPINIÓN: Yo Campesino / ¿Candidatos del crimen?

by Pablo Luna
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• Políticos con supuestas ligas criminales no las desmienten ni ofrecen perseguirlos

*Por: Miguel A. Rocha Valencia*

 

Dice el dicho que quien calla otorga, y no sé si se aplique en la política, pero el hecho es que desde el Ganso de Macuspana hasta “triunfadores” en las pasadas elecciones a quienes se liga con grupos criminales al menos por “consentirlos” o ser pasivos en su combate, no salgan y de manera pública desmientan tales afirmaciones y declaren que aplicarán la Ley y el peso del Estado contra la delincuencia organizada.

Se llega el caso que desde Palacio Nacional casi se les agradezca por portarse bien, aunque en realidad, el crimen organizado sí influyó de manera directa en la elección de candidatos y en los comicios donde salieron “triunfadores” a pesar de que las encuestas por daban por perdidos.

Es algo tan obvio como que el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, salga y públicamente diga que la reforma que le permite ampliar su período como presidente de la Suprema Corte de Justicia y de la Judicatura federal, es anticonstitucional, sobre todo en un juez como él que sí sabe de Derecho y no tiene porqué someterlo a consulta dentro del máximo tribunal del país.

Al igual que los políticos, Zaldívar debió atajar toda duda y dada su condición de cabeza del poder Judicial, debió salir a declarar que la simple propuesta de ampliar el periodo, era inconstitucional, así como otros cambios a la Ley Orgánica que incluso le conferirá poderes extraordinarios alejados de las enseñanzas que recibió en la Escuela Libre de Derecho.

Porque, además, pareció que la reforma es personal, dirigida a él como si fuera un instrumento del poder Ejecutivo, para cambiar el andamiaje legal y ajustarlo a los caprichos y necesidades del Mesías de la 4T, quien en un exceso de cinismo declaró que el único capaz de hacer los cambios que él quiere, es precisamente Zaldívar Lelo de Larrea.

Respecto a lo del crimen, poco se puede agregar a la declaración hecha por el machuchón de Palacio Nacional el día siguiente de las elecciones cuando para él, quienes se portaron mal fueron los “delincuentes de cuello blanco” con cuyos representantes se reunió el jueves no sabemos si para pedirles su colaboración como hombres de negocios o chantajearlos con nuevas amenazas para que “cooperen” con su gobierno.

Al mismo tiempo, las declaraciones públicas vía redes sociales de Manuel Clouthier, quien afirma que con el “triunfo” de morenistas en Sinaloa, Nayarit, Sonora y Baja California, queda clara la complicidad de ese grupo político con el crimen.

De hecho, todo el corredor del Pacífico tradicionalmente en manos del crimen organizado por ser la ruta de importación y exportación de drogas, armas y personas, será gobernado por morenistas. Eso se dijo también cuando eran priistas quienes mandaban en toda la franja.

Al mismo tiempo, encuestadoras que daban datos distintos a los registrados después de la elección, afirmaron que los muestreos no se equivocaron y que el cambio se dio el día de la votación. 

Salieron a relucir también videos no sólo que mostraban compra de votos sino el secuestro de urnas electorales de casillas completas con sufragios dentro, como en Ahome y en Mochis, Sinaloa. Las denuncias de coacción también se presentaron, muchas de manera anónima.

En muchos lugares no fue necesario que fuera gente armada sino la simple indicación de por quién votar. La candidata secuestrada en Valle de Bravo, “perdió” por escaso margen, pero como en los otros casos, la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, guardó silencio.

La FGR de Alejandro Gertz Manero no se dio por enterada de nada; sus agentes no persiguieron, detuvieron o investigaron a nadie. Curioso, los delitos electorales flagrantes y denunciados, quedaron en la impunidad.

¿Abrazos, no balazos? No sabemos, pero parece confirmarse el análisis-denuncia de Estados Unidos en el sentido de que un tercio del país ya es territorio del crimen organizado, pero eso ¿A quién le importa si somos felices?

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