- *Monreal hace la tarea de Romo con empresarios, falta que lo dejen.
Miguel A. Rocha Valencia
Sin lugar a dudas, son los morenos quienes más están urgidos por un cambio en las políticas públicas del presidente López y uno de los personajes más activos es Ricardo Monreal, quien no pierde la oportunidad de planchar las deterioradas relaciones del gobierno con los poderes reales, principalmente el económico.
La frase del zacatecano no se olvida “ganamos las elecciones, no el poder”, con lo cual deja en claro que entre los representativos de Morena o los cercanos al tlatoani, es de los más objetivos, con todo y que de repente lo desmientan con acciones y dichos desde Palacio Nacional.
Desde semanas atrás, y dado que López de plano no se junta con nadie de la oposición (incluyendo gobernadores), empresariado y organizaciones no afines de todo signo, el coordinador de los senadores de Morena realiza un trabajo permanente de negociador. Tarea harto difícil si se toma en cuenta el mensaje cotidiano del profeta tabasqueño.
El diálogo de Monreal es con las diferentes organizaciones empresariales que abarcan todos los ramos industriales y de inversión, el más reciente, con miembros del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, con quienes se comprometió a buscar la certidumbre y seguridad jurídica, mediante leyes modernas y armonizadas.
Esto es que su compromiso es convencer a López Obrador de cambiar su actitud respecto a los empresarios tanto de industrias como inversionistas, tarea que se antoja muy difícil, pero como reconoce el zacatecano, es la única ruta para que México pueda salir del hoyo económico-financiero en que se encuentra.
Claro también busca distender el clima de creciente confrontación que hay en el país y del cual tiene mucha responsabilidad el inquilino de Palacio Nacional. Monreal lo sabe y no hay duda de que en cada reunión con el titular del Ejecutivo busca un cambio de actitud.
No sabemos si ya tenga línea, pero si no se apura el daño que provoca la confrontación que tiene crispados a varios sectores de la vida nacional, incluyendo los gobernadores, y a no pocos del extranjero, el trabajo de Monreal, quien apuesta a que Morena gane las intermedias incluyendo la mayoría de las gubernaturas en juego el año próximo, podría irse por el caño.
Porque la actual situación no se va a modificar de aquí a las próximas elecciones; el daño está hecho, la confrontación continúa y la precariedad derivada en mucho de las políticas públicas que generaron inestabilidad, desconfianza y huida o retracción de inversiones es profunda, tanto que el propio secretario de Hacienda reconoce caída de 19 por ciento en la economía para abril.
Claro, la pandemia de SARS-CoV-2 también afecta y con mucho, pero el trabajo de Monreal hace abrigar esperanzas de que este país se va a enderezar. La vemos muy difícil, pero no creemos que Monreal se mueva sin el visto bueno de López.
De no ocurrir ese cambio, el país estará frito. De hecho, se ve muy difícil, ya que ni el propio titular de las Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza Aldape, pudo cumplir la misión con sus afines y la inversión se alejó.