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Yo Campesino / 4T mortal – Opinión

by Redacción
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*Entre peor estén el país y los mexicanos, mejor para el Ganso y su proyecto

Miguel A. Rocha Valencia

Para la mente perversa del profeta de la 4T, la pandemia de SARS-CoV-2 resulta uno de los distractores más eficientes para ocultar no su fracaso, sino las verdaderas intenciones de sumir al país en un caos del cual pueda alzarse como mesías de millones de mexicanos a quienes “rescatará” de la muerte y la miseria.

Por eso, para el Ganso de Macuspana no importa el precio en vidas que debamos pagar los mexicanos ni los niveles de pobreza por alcanzar. Entre más profundo sea el dolor y el daño causado a la economía y seguridad, mejor será para el proyecto de la Cuarta la cual se nutre precisamente de eso, del enojo y desesperación de la gente.

El abyecto profeta presumirá día a día la llegada de unos cuantos miles de vacunas, cuando en México se necesitan millones para salvar vidas. Llegarán a cuenta gotas y entre más tarden, mejor, estirará la esperanza de quienes deseamos salvar la salud y la vida, así como recuperar los empleos y niveles salariales perdidos.

Pero el desprecio por esos mexicanos que sólo cuentan para el Peje como piezas de un mercado electoral en el cual pretende captar el mayor número de votos mediante el reparto del presupuesto, pero sin generar mejoras en la economía que propicien un nivel de vida satisfactorio, se hace patente cuando vemos que a la mediocridad de los funcionarios a cargo de seguridad, finanzas y salud se suma la irresponsabilidad.

NO, a la Cuarta no le importan los mexicanos que se mueren sino aquéllos que por salvar la vida son capaces de volverse fieles seguidores del profeta de Palacio Nacional. Cree que sólo así, sometidos a la miseria y la dádiva, logrará el tabasqueño la lealtad a ciegas que exige su credo.

En su proyecto y convicción, el caudillo macuspanense está convencido que esos millones de mexicanos son una masa informe, sin talento ni inteligencia, carentes del deseo por mejorar que con dádivas se conforman en vez de forjarse un futuro a sí mismos.

Yo Campesino / 4T mortal - Opinión

Yo Campesino / 4T mortal – Opinión

El mismo tlatoani olmeca lo dijo, “anillo al dedo”, por eso ya no hay tanto énfasis en los escándalos de corrupción de los que se fueron; la pandemia de alcanza para distraer de la realidad, ofrecer asilos, intentar quebrar voluntades e instituciones y si eso fuera poco, le sirve para despachar libremente el presupuesto sin rendir cuentas.

Ahí está Juan Manuel Portal quien habla del 78 por ciento del gasto asignado de manera directa, sin licitación, entre los “cuates” y de “confianza” del Ganso, burlando la ley en uno de los actos más corruptos y evidentes de la historia moderna, sin importarle lo que se diga de los robos, compadrazgos donde están inmiscuidos sus hijos, hermanos, nueras, primos y cuñadas.

Igual el reparto alcanza para los cercanos a quienes no sólo se les entrega, a cambio de su lealtad ciega, parcelas de poder, contratos, impunidad y desde luego, la ración de corrupción que distribuye a diestra y siniestra la 4T.

Ni esperanzas que en 2021 mejoren las cosas, por el contrario, se va a profundizar esa política centralista del caudillo único, ni siquiera con la llegada de un nuevo gobierno allende la frontera norte, al que seguramente el cuatrotero intentará desafiar al menos en materia energética, dado que allá, continuarán con la eliminación del consumo de combustibles fósiles mientras que, al aldeano, a duras penas se le dan el uso de estufas de petróleo y braseros de carbón.

En 15 años, Estados Unidos deberá generar toda la electricidad que consuma a partir de fuentes limpias y en 2050, los procesos de producción de la economía más grande del mundo deberán alcanzar emisiones netas de cero. En México con la Cuarta, estaríamos en la edad de piedra.

Por lo pronto, ahí están los 130 mil muertos de Covid-19, los 60 mil de la violencia, el millón y medio de contagios (oficiales) y los 647 mil empleos perdidos definitivamente, sin contar que el propio tlatoani reconoce que la economía cayó en un nueve por ciento, que se acentúa en un proceso de caída libre que se registra desde hace dos años donde en el mejor de los casos, el “crecimiento” fue de menos .2 por ciento.

Y todavía, el Ganso presume encuestas que le son favorables, pero se olvida de la realidad que le rodea de muerte, empobrecimiento y desesperanza. Un comportamiento así no puede ser “normal”, aunque ya se vio que la 4T tiene su propia normalidad para medir corrupción, economía, crimen, violencia y cumplimiento de la ley.

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