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Amenazas a la familia – Opinión

by Redacción
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Por Ivette Laviada

Desde el origen hombre y mujer se fueron uniendo para tener hijos y formar una familia, en las sociedades más primitivas siempre se ha respetado la figura familiar, en ella las relaciones privilegian el amor, la protección y el cuidado de los hijos, buscando sacar de ellos lo mejor que puedan ser como personas.

Los hijos para los padres no son objetos sino sujetos de amor; es justo en el seno familiar donde padre y madre enseñan a los hijos los valores que les permitirán ser unos buenos ciudadanos, para que al crecer y formar a sus propias familias éstos a su vez eduquen a sus hijos de igual manera.

Defender la figura familiar, protegerla y promoverla equivale a garantizar que la sociedad se fortalezca para tener mejores ciudadanos.

Hoy la familia se encuentra amenazada, las políticas públicas se dirigen a debilitar desde los cimientos a esta institución que por derecho le corresponde ser protegida.

En numerosos estados el matrimonio ha dejado de ser la institución jurídica que por esencia y naturaleza da origen a la familia, para convertirla en un sucedáneo.

A los padres nos quieren arrebatar el derecho que tenemos de educar a nuestros hijos de acuerdo a nuestras convicciones y creencias, hay intentos legislativos para “desaparecer a los padres” poniendo en su lugar los términos de tutores, portadores de la patria potestad o custodios, cuando es de todos sabido que todo ser tiene un padre y una madre aunque no viva con ellos, no le conozcan o este fallecido; ya los borraron anulando en el registro civil a padres y abuelos sustituyendo estas referencias con la simple expresión de datos de filiación como si esta economía del lenguaje fuera necesaria.

No nos dejemos engañar, no se trata de facilitar los trámites, a todas luces se mira el desarraigo de la familia.
En el sistema educativo han estado incorporando cambios que van en contra de muchas familias mexicanas, contraviniendo así el derecho constitucional que tenemos los padres de elegir la educación de nuestros hijos, nos están imponiendo sin consultarnos la clase de educación que les darán desde el Estado.

La mayoría de los padres de familia estamos muy conscientes de los derechos y obligaciones que tenemos para con nuestros hijos; no son de nuestra propiedad ¡menos del Estado! tenemos su custodia ciertamente y la podemos perder cuando no hacemos nuestra labor adecuadamente; el Estado tan sólo es el protector para que no se violen sus derechos.

La familia no se rige como se rige un gobierno; en la familia no cabe un “sistema democrático” que permita por ejemplo elegir a los padres o a los hijos cómo si de candidatos se tratara.

El Estado ha intervenido desde siempre para legislar en su favor y ahora hay iniciativas que van en sentido contrario, por ello tantos padres de familia estamos levantando la voz, porque quienes conocemos nuestros derechos estamos percibiendo amenazas y no podemos permitir que quiera regir las relaciones familiares como si de una dependencia de gobierno se tratara. Si la Convención de los Derechos del Niño ha reconocido a la familia como el medio natural de crecimiento y bienestar de todos sus miembros ¿por qué ese empeño en atacar y destruir al cimiento de la sociedad?

Esperamos que en Yucatán se mantenga firme la definición del matrimonio, y si a la LXII Legislatura le toca votar por tercera ocasión que los 15 diputados en contra de la reforma se mantengan fieles a sus convicciones.

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