Ciudad de México.- El sur del país registró la mayor reducción de pobreza extrema entre 2018 y 2024, de acuerdo con un análisis del Banco de México (BdeM), el cual destaca el papel determinante del incremento al Salario Mínimo por encima de los Programas del Bienestar.
De acuerdo con el Reporte sobre las Economías Regionales, correspondiente al tercer trimestre de 2025, la proporción de personas en pobreza extrema en la región sur, integrada por Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, disminuyó de 29.2% en 2018 a 19.8% en 2024.
Esta reducción fue la más pronunciada a nivel nacional, al compararse con regiones como el norte, donde el indicador pasó de 6.6% a 3.2%, y el centro, que registró una baja de 11.1% a 7.6%.
La pobreza extrema por ingresos se define como la condición en la que el ingreso de una persona o familia no alcanza para cubrir el costo de una canasta alimentaria básica, además de enfrentar múltiples carencias sociales como rezago educativo, falta de acceso a servicios de salud o vivienda adecuada.
El banco central explicó que, si bien en todas las regiones del país se observó una reducción de la pobreza extrema durante el periodo analizado, el aumento del ingreso real per cápita fue el factor con mayor impacto, particularmente en el sur, tanto en comparación con otras regiones como con el promedio nacional.

Lidera sur del país reducción de pobreza extrema entre 2018 y 2024
En menor medida, la mejora en la distribución del ingreso también contribuyó a disminuir esta condición, al reflejar un crecimiento relativamente mayor de los ingresos en los hogares de menores recursos. Este efecto fue igualmente más significativo en el sur que en el centro, norte y centro-norte del país.
El BdeM subrayó que estos avances lograron compensar el encarecimiento de la canasta alimentaria, cuyo impacto negativo sobre la pobreza fue más fuerte en la región sur. Detalló que la mayor concentración de la población en pobreza extrema se ubica en los tres primeros deciles de la distribución del ingreso.
Entre 2018 y 2024, el crecimiento real del ingreso corriente total per cápita se explicó principalmente por el aumento del ingreso laboral y, en menor medida, por las transferencias. En particular, el incremento de las remuneraciones al trabajo subordinado fue clave para mejorar el ingreso de los hogares con menos recursos, sobre todo en las regiones norte y sur.
El Banco de México recordó que datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que la población con ingresos por debajo de la Línea de Pobreza Extrema por Ingresos (LPEI) —equivalente al costo mensual de la canasta básica por persona— se redujo de 14.0% a 9.3%.
El Inegi utiliza este indicador para medir la pobreza extrema de forma integral, al considerar tanto el nivel de ingresos como la presencia de al menos tres carencias sociales. El BdeM calificó este avance como notable, ya que se logró pese al impacto negativo de la pandemia de covid-19 sobre los ingresos de los hogares en 2020 y al aumento significativo en el costo de los alimentos durante el periodo analizado.
“Este avance es notable, ya que ocurrió pese al impacto negativo de la pandemia sobre los ingresos de los hogares en 2020. Además, el costo de la canasta alimentaria registró un aumento importante durante el periodo analizado”, subrayó.
Finalmente, el banco central señaló que, aunque la pobreza extrema aumentó en todas las regiones en 2020 a raíz de la pandemia, entre ese año y 2024 el indicador mostró una disminución gradual, con una reducción particularmente marcada en el sur, históricamente la región con mayores niveles de pobreza.
En este contexto, consideró fundamental “continuar generando condiciones que impulsen un desarrollo regional más equilibrado e inclusivo, capaz de ampliar las oportunidades de generación de ingresos para todos los hogares”.