Ernesto Madrid
Mientras el gobierno de México, a través de la Secretaría de Economía presume que la Inversión Extranjera Directa (IED) fue 48% superior en el primer trimestre en comparación con el mismo periodo de año 2022 llegando a 18 mil 636 millones de dólares (mdd), la realidad es que sólo el 5% corresponde a nuevas inversiones, el resto es reinversión de la ya existente.
Lo anterior, deja en claro, que los inversionistas, están preocupados por los efectos negativos que decisiones, como el Decreto publicado el 19 de mayo pasado, que declara de utilidad pública diversas actividades ferroviarias que estaban concesionadas al sector privado en la zona del Istmo, generan desconfianza de invertir en México y generar empleos, en un momento de grandes oportunidades e incluso exigieron, en esos términos, el respeto a la Constitución ya que cada vez son más frecuentes y graves los intentos por vulnerar el Estado de Derecho.

Sólo 5 por ciento de la inversión es nueva y AMLO la ahuyenta
Incluso entre sus argumentos, la secretaría de Economía dice que el comportamiento que se observa en el primer trimestre de 2023 representa la confianza de los inversionistas para mantener y ampliar sus inversiones en el país, cuando en realidad no se trata de nuevas inversiones que lleguen a nuestro, incluso ni con el fenómeno de la relocalización ya que, de acuerdo a los empresarios no hay condiciones de plena certeza jurídica para seguir fortaleciendo el interés de empresarios mexicanos y extranjeros por invertir en los grandes proyectos nacionales, detonantes de dinamismo, bienestar y empleo en el marco neorshoring.
Lo preocupante del caso, es que el presidente Andrés Manuel López Obrador, señala que están en un periodo de negociación, para poderle quitar por la mala, al segundo hombre más rico del país, la concesión que por ley le corresponde argumentando que es recuperar la concesión de los tres tramos por considerar la región del istmo de Tehuantepec, como zona de seguridad nacional.
Lo cierto es que entre la estira y afloja, el sector de la construcción, igual se colocó, como el más rezagado de la economía del país ay que su valor de producción registró un retroceso mensual de 1.1% en febrero, luego del ligero avance de 0.2% observado en el segundo mes del año, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esto da como resultado que el indicador todavía se encuentra 8.1% por debajo al alcanzado en enero de 2020 previo a la pandemia y es 32.2% menor a su máximo histórico alcanzado en octubre de 2012 con base en cifras ajustadas por estacionalidad, dejando demostrado que es otro sector, más de la IED, también rezagado.