Ernesto Madrid
Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, “están muy nerviosos los adversarios, no ven que ya quieren que no haya mañaneras… pero, aunque no les guste tenemos derecho a estar informados”, dijo, pero un análisis de SPIN Taller de Comunicación Política, revela que sus mañaneras son vistas por menos del 1% de los seguidores del mandatario en Facebook, a pesar de que cuenta con una página oficial que tiene 10 millones de seguidores.
En el contexto, la semana pasada, la politóloga Denise Dresser, enemiga política del presidente planteó eliminar la conferencia matutina, porque argumento que se trata de una tribuna presidencial desde donde se fomenta la polarización, a lo que suma la postura de SPIN de que “es un espacio que se ha convertido en un lugar donde se desacredita y se ataca a la oposición, a los medos de comunicación y a los periodistas”.
Pero para López Obrador, las quieren quitar porque ese es su “nivel de intolerancia que muestra con claridad su autoritarismo de los conservadores y sus voceros, nada más quieren hablar ellos, imagínense que nos quedáramos solo esperando las noticias de la televisión y de la radio”, argumento al tiempo de acusar a sus opositores de estar llenos de desesperación “y como no les funcionan sus estrategias perversas e inmorales, ahora se van por lo más directo y descarado, que desaparezca la mañanera”.

Promueve el presidente sus mañaneras ante el desplome de su audiencia
No obstante, de acuerdo con Luis Estrada, director general de SPIN Taller de Comunicación, la audiencia de las “mañaneras” ha disminuido drásticamente en Facebook, “menos del 5% de los seguidores del presidente ven estas conferencias y, el promedio de visitas del mes pasado fue de apenas cien mil, lo que representa menos del 1% que comparte.
“Desde SPIN Taller de Comunicación afirman que las “mañaneras” son un instrumento de propaganda del presidente de la República y que este espacio se ha convertido en una forma de gobernar. A pesar de haber cambiado en estructura, su esencia sigue siendo la misma y su impacto en la población es cada vez menor” pese a que el presidente dice que llega a millones.
La realidad es que, si López Obrador renuncia a sus “mañaneras” la 4T colapsaría, es el único espacio donde puede construir sus narrativas, es el lugar donde crea las falacias que necesitan sus sectarios para repetirlas o es la hoguera donde busca cada mañana quemar en leña verde a sus críticos, es el púlpito donde dicta sus sermones y promete todo lo que no sabe cómo va a cumplir.