- Revocación, ampliación o compra de votos lo llevarían a prolongar mandato
Miguel A. Rocha Valencia
Ahora que el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea hará una “consulta” al pleno de la Suprema Corte de Justicia, para que declare si es constitucional la propuesta presidencial de ampliación de dos años a su mandato como presidente de ese tribunal, cabeza del Poder Judicial de la Federación, se revivió la revocación de mandato solicitada y aprobada para el Ganso de Macuspana, ambos temas relacionados con las supuestas aspiraciones transexenales del actual jefe del Ejecutivo.
Con uno u otro argumento se nos hace ver que el profeta de la 4T no necesitaría reformar la Constitución para alcanzar su objetivo de mantenerse en el poder y dejar a propios y extraños con un palmo de narices, pues con una extensión de mandato o una consulta podría lograrlo.
Claro para que eso ocurriera, primero los ministros de la SCJN tendrán qué decirnos si son capaces de pasar por encima de sus propios principios éticos, legales y luego, dados los resultados de la pasada elección, si la mayoría de los mexicanos estaríamos dispuestos a aceptar que el anciano que ya chochea, como él mismo aceptó, siga en el poder por más tiempo de lo previsto por la Carta Magna.
Empero ahí está la intención, aunque la primera vía para lograr el objetivo, sería el Constitucional y para eso el machuchón de Palacio Nacional instruyó que se revisen los archivos de CISEN, Gobernación, SAT, Unidad de Inteligencia Financiera, fiscalías General de la República y algunas locales, en busca de indicios que permitan “negociar” con integrantes de las bancadas de oposición de la próxima legislatura el voto a favor de las iniciativas presidenciales.
Será el mismo camino de negociación que aplicaron en la actual legislatura, a partir de carpetas de investigación para plantearle a los nuevos “simpatizantes” que cooperen por las buenas o ejecutan tales indagatorias que primero, los destruyan ante el electorado y luego, los persigan judicialmente, los encarcelen y de ser posible los sentencien por los pecados cometidos.
Lo mismo se les podrá acusar de lavado de dinero que de abuso de recursos públicos, de delitos del fuero común o hasta una falla en sus declaraciones fiscales que les tipifique la evasión. De hecho, la maquinaria del chantaje y la extorsión política inició, el propio titular de la UIF, Santiago Nieto Castillo, reveló que ya tiene siete candidatos triunfadores bajo investigación, incluyendo uno para gobernador que obviamente no es de Morena, pero seguro es neoleonés.
Lo mismo va a suceder con quienes se atrevan a desafiar el poder presidencial, se echen balandronadas o no se quieran alinear por las buenas, “cooperar” como dice el decrépito y vengativo fiscal Alejandro Gertz Manero.
Coincidentemente otros dos Alejandro se vislumbran en el proyecto político del caudillo de Tepetitán, compadres y contemporáneos ellos, comparten el sello de la traición y los colores que los llevaron al poder: Uno es Moreno y el otro Murat.
Coincidieron como gobernadores del PRI en Campeche y Oaxaca, ambos se tan cortesanos y sumidos al profeta que se volvieron los favoritos. Uno, desde la cúpula del PRI, favoreció la candidatura y ascenso al poder, pero desde Morena, de Layda Sansores San Román hija de otro ex líder tricolor, Carlos Sansores Pérez.
El otro, hay fotos donde se afirma que votó por candidatos de Morena, contra los colores del PRI y con eso, junto con el campechano, se ganó la gracia del inquilino de Palacio Nacional.
Tal vez a esos distinguidos priistas se refirió el Ganso cuando dijo que conseguiría con los tricolores los votos suficientes para armar una mayoría calificada que le de reformas Constitucionales. Es decir, contempla varias vías para alcanzar su objetivo. Lo que no se sabe es si todos quienes habrán de integrar la bancada del PRI traicionarán la Alianza, el frente comprometido con el PAN y lo que queda del PRD.
No todos son comprables o chantajeables en la bancada tricolor, habrá quienes sepan que, si “chaquetean” a la Alianza, perderán su única fortaleza, se convertirán en parias de la política y su única opción de ahí en adelante será someterse al machuchón.
En cambio, en la Alianza pueden contar con la fortalece de que las mayorías puedan, como ya se vio en estas intermedias, hacer mayoría, negociar mejor sus intereses políticos y hasta personales. Obligarían al Ejecutivo a negociar de verdad y no arrodillarse a partir de amenazas.
No sabemos si “Alito” Moreno lo pueda hacer; quienes lo conocen dicen que tiene muchos pecados de dinero y otros más típicos de su “temperamento”, pero es su oportunidad, si cede no sólo habrá perdido la vergüenza y gubernaturas, sino algo más. De su compadre oaxaqueño, con las mismas debilidades heredadas de su papá, no se puede decir lo mismo, se agacha o se empina, no tiene de otra, igual que su hermano Eduardo Enrique Murat Hinojosa que entra de pluri del PRI por la Cuarta circunscripción.