México.- Por más que la atención esté centrada en estos días en la virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum y, a pesar de que el acto de este sábado en la Arena México era para festejar la oficialización del triunfo electoral de Clara Brugada en la ciudad, la gran figura del evento fue, sin estar allí, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los vítores, las porras, los aplausos y los reconocimientos para el mandatario marcaron el tono del acto convocado por Brugada –quien la mañana de este sábado obtuvo su constancia de mayoría por parte de la autoridad electoral— y ratificaron el arrastre del líder de la 4T entre sus huestes, en especial entre sus huestes de la Ciudad de México, el reducto mayor del morenismo.
Sheinbaum, como invitada y sucesora de López Obrador, y Brugada, como convocante de los 16 mil militantes de Morena que abarrotaron la Arena México y protectora del “legado” del gobernante, coincidieron en afirmar que él ha sido “el mejor presidente de la historia” de México.
Antes, hasta hace poco, los mejores presidentes de México eran, para López Obrador y sus partidarios, Benito Juárez y Lázaro Cárdenas. Antes, pues. Ahora, después de apabullar a la oposición, para la número uno y para la número dos de Morena, el mejor presidente de la historia es el saliente mandatario, a quien le atribuyen un proyecto, una ruta fijada, una transformación del país.
Brugada volvió a decir que la Ciudad de México será “el corazón” de la llamada Cuarta Transformación y del legado del presidente, a quien le restan menos de cuatro meses en el cargo, un abrir y cerrar de ojos para un animal político del talente del mandatario.
Claudia y Clara pedían vivas para el presidente y la gente respondía animada. Claudia y Clara decían que “es un honor estar con Obrador”, y la audiencia repetía una y otra vez el estribillo. En ocasiones los vítores eran estimulados por una numerosa porra ubicada en las butacas delanteras del ala izquierda del recinto y que daban la pauta de las arengas a los allí presentes.
Festejan Sheinbaum y Brugada triunfo electoral en la CDMX
Incluso cuando Sheinbaum iniciaba su discurso y agradecía los aplausos de la concurrencia, debió hacer una pausa para permitir que el grito “es un honor estar con Obrador” siguiera su curso y se eclipsara de manera natural. Lo que se vio hoy en ese festejo apunta para repetirse muchas veces en cualquier acto político masivo que se desarrolle de ahora en adelante, aunque es difícil saber con precisión cuánto durará esa fiebre y esa efusiva lealtad de los morenistas a su líder.
Brugada dijo que haber ganado la elección del pasado domingo “es el mejor homenaje a nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, y aquí es un honor estar con Obrador, es un honor estar con Obrador…”. Música para los oídos de los 16 mil morenistas que llenaron la Arena México.
Sheinbaum afirmó: “Llevamos en el corazón, en la mente y en nuestra historia, los principios de nuestro movimiento; nosotros no mentimos, no robamos y nunca vamos a traicionar al pueblo de la ciudad de México ni al pueblo de México”.
Sheinbaum fue aplaudida y no pasó malos momentos, como aquel que vivió en otro acto de precampaña en la Arena México el 9 de noviembre de 2023, cuando estaban al rojo vivo las heridas que causó el haber bajado de la candidata por la Jefatura de Gobierno a Omar García Harfusch, para poner a Brugada en su lugar, por decisión de muy arriba, y eso se tradujo en recriminaciones a la hoy presidenta electa.
En aquel acto, ella pedía “unidad” y los morenistas –muchos de ellos llevados por los operadores de Brugada– le respondían que sí, que estaba bien la unidad, pero en torno a Clara. Hasta hubo gritos del tenor “¡Clara es la mejor!”.
Sheinbaum y Brugada representan sensibilidades diferentes al interior de Morena. Claudia dijo el jueves que habrá un diálogo en el Congreso para analizar las iniciativas de reformas constitucionales impulsadas por López Obrador, el llamado «Plan C». El presidente dijo el viernes que la justicia está por encima de los mercados.
Eso es un lío que causa una enorme expectación en el país y, claro, en los mercados. Quizá por eso las señales de este sábado sobre la tarima de la Arena México fueron tan sutiles. Lo que sí resultó muy evidente es que las bases de Morena, y muchos dirigentes del partido presentes en el evento, son amlovers radicales dispuestos a defender “el legado”.
