Todos somos electricidad, de José Rivelino, es un proyecto plástico que incluye dos intervenciones realizadas, dentro y fuera del Autódromo Miguel E. Abed, en Amozoc, Puebla.
Tiene el propósito de crear una metáfora visual que hable sobre la importancia de reemplazar los combustibles fósiles por la energía eléctrica en el sector automotriz.
La propuesta se generó en el marco de la Carrera Internacional de Autos Eléctricos de la Fórmula E.
Una de las piezas es una especie de “tótem” suspendido en el aire, en la que el autor suspendió “cuatro autos en desuso con el apoyo de una grúa.
“Tienen enredaderas por dentro, como referencia al modo en que la naturaleza se reapropia de lo obsoleto”.
José Rivelino explicó que para esta obra seleccionó un auto verde, uno blanco y uno rojo como referencia a la bandera nacional.
La segunda intervención se encuentra a un costado de la carretera y frente a la entrada del autódromo.
En dicho lugar reorganizó los autos de un deshuesadero para pintarlos, además de colocar dos mensajes en la fachada de esta “We are all electricity” (Todos somos electricidad) y “Bye bye emissions” (adiós emisiones).
“Cuando me invitaron, pensé fue en realizar una intervención echando mano del cementerio de autos que se encontraba al frente del autódromo de la Fórmula E, para enviar un mensaje sobre la importancia que tiene la transición energética”.
Las intervenciones incluyen la presencia de plantas, con lo cual el autor busca resaltar el valor de la generación de energías limpias y renovables.
“Lo interesante de las intervenciones en la vía pública, es que invitan a todos los espectadores a una reflexión, a apropiarse de ella y sentirse parte de la construcción del mensaje”.
Las intervenciones del artista podrán apreciarse en el Autódromo Miguel E. Abed hasta el 28 de junio, fecha en que concluye la celebración de la Carrera Internacional de Autos Eléctricos de la Fórmula E.
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