De acuerdo a la ANPEC al menos 150 mil tiendas de abarrotes cerraron en el país.

Ernesto Madrid

Luego de que este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) diera a conocer que en agosto, 7.8 millones de personas habían regresado a la población económicamente activa (PEA), un universo que representó dos terceras partes de los 12.5 millones que salieron de esta condición en abril, con el inicio del confinamiento para enfrentar la contingencia de Covid-19, la informalidad y los bajos salarios, marcaron la recuperación.

Lo anterior en vista de que la reactivación del mercado laboral está impulsada por el crecimiento de la informalidad, de los trabajadores ocupados con un salario mínimo como ingreso –que son uno de cada cuatro de la fuerza laboral mexicana– y de la mayor pérdida de empleos en micro y pequeños negocios, de acuerdo al organismo y donde no hay seguridad social.

No obstante esto se contrapone con la realidad ya que derivado del confinamiento y de la desaceleración en la economía, al menos 150 mil tiendas de abarrotes cerraron en el país, de acuerdo a la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).

“En estos seis meses hemos estado padeciendo los estragos de esta amenaza invisible. Ha sido un impacto bastante severo de la actividad del país. Se han cerrado no menos de 150 mil puntos de venta en el país”, dijo Cuauhtémoc Rivera, presidente del organismo.

Pero de acuerdo al Inegi durante agosto la población ocupada aumentó a 50.4 millones de personas, un incremento de 653 mil empleados respecto a julio. Siete de cada 10 empleos que se recuperaron a lo largo de ese mes fueron en la informalidad; es decir, sin reconocimiento de los trabajadores por parte de la empresa para la que producen o en negocios sin registro ante las autoridades.

En dicho mes los trabajadores ocupados en la informalidad sumaron 27.8 millones, 467 mil más que en julio del mismo año, expuso el organismo. Sólo en el sector informal, los ocupados pasaron de 13.6 millones en julio a 14.2 millones en agosto de 2020.

En paralelo para la ANPEC en México se estima que hay 700 mil tiendas de abarrotes, por lo que el cierre de 150 mil equivale al cese de 21.4 por ciento, esto que implica que “En el país se perdieron solo en abril un millón 144 mil empleos que reporta el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social).

“Nosotros podemos decir que sumado todo, ha habido una pérdida de más de 16 millones de empleos en lo que va este año, y eso presionó el consumo de este universo. ¿Cuántos son del pequeño comercio? No menos de 300 mil a medio millón de empleos son del canal”, agregó Cuauhtémoc Rivera.

Si bien, si lo datos en apariencia hablan de una recuperación laboral en ascenso, también, en paralelo se deja ver la pérdida de fuerza, ya que por ejemplo, señala una caída de 1.4 millones de ocupaciones en sector comercial en agosto.

Lo lamentable es que las cifras del IMSS indican que, en materia del empleo formal asegurado al Instituto, la recuperación es más débil. En agosto se rescataron 92 mil 390 puestos de trabajo, que equivalen a 8.3 por ciento de los empleos perdidos entre marzo y julio.

En el conjunto, ya se han recuperado, según el Inegi, aproximadamente las dos terceras partes de las ocupaciones perdidas desde abril, tras el confinamiento.

Aunque los datos son positivos, muestran aún una fuerte fragilidad en la recuperación laboral.

Habrá que ver que se puede obtener con el tan esperado programa de infraestructura que se anunciará, parece ser ahora sí el próximo lunes y que incluye proyectos energéticos y si tiene la solidez como para generar señales suficientemente fuertes que incentiven la inversión en los próximos meses.

El escepticismo persiste pero lo cierto es que el Presidente no miente por ser un mentiroso patológico, lo hace porque políticamente no puede hacer otra cosa cuando creía que todo era fácil, no le ha resultado fácil gobernar, su equipo no le resulto como lo esperaba, pero eso jamás lo va a reconocer.

Para tener una recuperación consistente del empleo sería necesario que la recuperación no fuera sólo por efecto de la reapertura de la actividad económica, sino también como producto de una nueva dinámica. La economía caía desde agosto de 2019 como consecuencia de sus políticas económicas personales, lo que tampoco admitirá, y este año se agravó por la pandemia.

Ahora los resultados en torno al empleo son frágiles la población económicamente activa se ubicó en 55.1 por ciento durante agosto, 0.1 más que en julio pasado; la desocupación fue de 5.2 por ciento, 0.1 menos; la subocupación resultó en 17 por ciento, tras haber decrecido 1.4 y la informalidad se ubicó en 55.1 por ciento de la población ocupada, 0.1 más que el mes inmediato anterior.