Ante debacle, urge a Morena una batería de aquelarres mediáticos
Miguel A. Rocha Valencia
Le urge al gobierno del tlatoani tabasqueño una batería de escándalos que le permitan sostenerse de aquí a las elecciones intermedias del año próximo, dado que los mexicanos tardaremos muchos meses o años en tocar fondo y salir del hoyo financiero-económico y de salud.
Esto último, la salud, con todo y el alto costo que se pagará en vidas, se detendrá cuando exista una vacuna, pero en lo económico, para muchos serán años o de plano, nunca volverán a recuperar lo que tenían antes de la debacle que ya se registraba previamente a la pandemia de COVID-19.
La experiencia del 1994-95 indica que quien pierde su capital y negocio o forma de vida, generalmente lo reciente luego de meses en los cuales se aferrará a mantener su nivel; para ello se endeuda, vende activos y al final, tarda años para salir, sólo del hoyo, pero difícilmente, en un entorno como el que ya teníamos, vuelve a reunir lo perdido. Si acaso, sale de deudas.
Con una economía dominada por caprichos, que antes del SARS-CoV-2 ya mostraba signos recesivos con la fuga de 35 millones de dólares en inversión de deuda y la pérdida de una cantidad similar en la fija y productiva, será muy difícil.
A eso, se suma la pérdida de confianza de inversionistas y el divorcio de la 4T con el empresariado mexicano, la cancelación de millonarios contratos y proyectos, así como una escandalosa opacidad en la asignación de obras, contratos y concesiones de gobierno.
Ni hablar del manejo de la pandemia, cuya única razón para “aplanarla” fue la falta de preparación para enfrentarla con “todo” por baja inversión, recortes en equipamiento, administración y compra de medicamentos, que formaron una tormenta que durará mucho más tiempo y cobrará más vidas que en otros países.
Por eso fue tan grave la caída del empleo y cuando se habla de recuperación del mismo, se evita señalar que de los 4.8 millones que mexicanos que ya regresaron a la actividad económica, tres millones lo hicieron en la informalidad. Hablar de 15 mil trabajos “oficiales” detectados por el IMSS, es nada frente a los millones que se perdieron.
Y es que “tocar fondo”, no implica recuperación de los niveles antes de López y prepandemia.
Recuperación sería alcanzar los niveles que teníamos antes de esta administración, aunque fuera con un pobre dos por ciento de crecimiento. NO lo alcanzaremos en mucho tiempo.
Porque México, según JP Morgan, dejó de ser un “paraíso” entre los mercados emergentes, debido “a las condiciones económicas y políticas” propiciadas por la Cuarta Transformación.
Para colmo, el gobierno tiene comprometidos cientos de miles de millones en sus programas clientelares y por ello no canalizará inversión en áreas como turismo, obra pública y comunicaciones; tendrá que respaldarse en los “gandallas de siempre” y que pertenecen al club del jefe de la oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, como Carlos Slim o los Salinas Pliego.
Tampoco habrá dinero porque el actual gobierno enfrentará demandas por cancelación de inversiones y necesidad de pagar, como por ejemplo los 152 mil 292 millones de pesos que debe amortizar Pemex a sus contratistas este mismo año. Buscarán aplazamientos, pero le costarán intereses.
Los ingresos continuarán en picada. Las recuperaciones actuales vía SAT con los causantes con saldos pendientes, se agotarán este año y ¿para el 2021?
Así que millones de mexicanos se las verán muy “negras”. El panorama se ve demasiado gris en salud, economía y por ende en seguridad. Por ello adelanto que veremos grandes escándalos mediáticos, circo para tratar de olvidar el hambre y Morena pueda rescatar las próximas elecciones.