• Hereda AMLO menor margen fiscal a Sheinbaum
Ernesto Madrid
El Indicador Global de la Actividad Económica que cayó -0.3% en agosto, ilustra el debilitamiento de la actividad productiva observado desde finales de 2023 y confirma que, el crecimiento acumulado del IGAE en los primeros 8 meses del año de1.9% se ubica por muy debajo del registrado en el mismo periodo de 2023 de 3.4%.
Este dato, pone en jaque a la economía del país ya que el bajo crecimiento produciría una crisis fiscal a lo que se suma la incertidumbre que prevalece, no solo por la reforma al Poder Judicial que se ha convertido en el mal que provoca la parálisis de la inversión ꟷlocal y extranjeraꟷ, sino también los cambios propuestos en materia energética, aprobados por la Cámara de Diputados que, sin duda, juegan en contra de la inversión.
Pero también está la amenaza latente de la incertidumbre derivada del proceso de revisión del acuerdo comercial que tenemos en puerta y por supuesto, la desaparición de los órganos autónomos como el INAI, que echan por tierra todos los avances en materia de transparencia.
Un bajo crecimiento impacta por supuesto en el margen fiscal de los ingresos públicos, que representa los recursos disponibles para realizar políticas públicas —es decir los que no están ya comprometidos—, que descendió en agosto a 2 mil144 mil millones de pesos (mmdp). Esto es 10.7% (258 mmdp) menor a lo observado en el mismo mes de 2018 cuando López Obrador asumió el poder.
El detalle está en lo que implica la disminución en el margen fiscal, que no es otra cosa que el gobierno tiene un menor capital de libre disposición para ofrecer servicios públicos a la población, para crear nuevos programas o para enfrentar posibles crisis económicas. ¿La razón? Ya hay muchas obligaciones financieras y de gasto, que consumen los limitados ingresos gubernamentales.
De acuerdo con México Evalúa, en agosto, el gobierno tuvo ingresos por 5 billones de pesos, sin embargo, también pagó 2.9 billones de pesos por sus obligaciones financieras y de gasto. De esta cifra, 1.64 billones corresponden al pago del gasto no programable; es decir, pago de intereses de la deuda, participaciones a los estados y adeudos de ejercicios fiscales anteriores. Además, se pagaron 932 mmdp en pensiones contributivas (IMSS, ISSSTE, Pemex, etc.) y 330 mmdp en pensiones no contributivas (pensiones del Bienestar).
En otras palabras, el 58% de los ingresos totales que obtuvo el gobierno en agosto se fueron para pagar sus obligaciones financieras y de gasto. Así, queda menos de la mitad para pagar el gasto en educación, seguridad, salud, medio ambiente, inversión, cuidados, entre otros.
El enorme reto de un menor margen fiscal refleja la adquisición de compromisos financieros y de gasto de la administración de López Obrador que, tan sólo el gasto en pensiones (contributivas y del Bienestar), ha aumentado 56.7% (456.4 mmdp) frente a 2018 y de hecho es el principal motivo de la disminución del margen fiscal.
A lo anterior, hay que sumar la incertidumbre que prevalece en los escenarios económico, político y social que tiene que enfrentar el segundo piso de la Cuarta Transformación, tanto interno como externo, que ante la posibilidad de que gane Trump las elecciones del próximo 5 de noviembre, ha puesto al peso en jaque y en este lapso, estará más presionado.
Y para sumarle, la desaceleración de la economía, sobre todo, en la contracción de la industria y la actividad primaria (-0.5% mensual y 0.3% respetivamente) consecuencia de la actividad económico global que ha impactado en el sector terciario y el dinamismo del mercado interno que se había convertido en un factor decisivo para atemperar la menor actividad manufacturera que ya no alcanza para compensarlo.
Ojalá y se tomé nota de esto para que el país no se detenga tano.
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