Ciudad de México.- En una larga exposición ante medios de comunicación, el senador Adán Augusto López Hernández intentó desmarcarse de una serie de señalamientos que lo vinculan con presuntas irregularidades fiscales, transferencias de empresas señaladas como fantasma y posibles conflictos de interés durante su gestión como gobernador de Tabasco. Aunque presentó documentos y cifras para respaldar sus declaraciones, su discurso estuvo marcado por contradicciones, evasivas y acusaciones directas contra periodistas, a quienes acusó de mentir y manipular información.
El senador inició su defensa mostrando sus declaraciones fiscales correspondientes a los ejercicios 2023 y 2024, en las que reportó ingresos por más de 78 millones de pesos, provenientes de actividades profesionales, arrendamientos, venta de ganado y herencias familiares. En 2023 declaró una base gravable de 22.6 millones de pesos, y en 2024 de 56 millones, con pagos de impuestos que superan los 2.5 millones de pesos. Detalló pagos mensuales al SAT, incluyendo 991 mil pesos en marzo, 470 mil en mayo y 47 mil en el mes más reciente, como prueba de su cumplimiento fiscal.
Sin embargo, al ser cuestionado sobre presuntas transferencias de GH Servicios Empresariales —empresa que fue incluida por el SAT en el listado de contribuyentes con operaciones inexistentes— y Rabate Contratista, que habría recibido contratos durante su administración estatal, López Hernández adoptó una postura defensiva. Reconoció que es probable que haya recibido pagos de dichas empresas, pero insistió en que fueron por servicios profesionales y que todo está declarado. En el caso de GH, argumentó que fue exonerada en 2018 tras un juicio, aunque evitó profundizar en la naturaleza de los vínculos financieros. Sobre Rabate, admitió que pudo haber tenido contratos, pero negó haber intervenido en su asignación, afirmando que “esa no era la función del gobernador”.
Esta afirmación generó dudas entre los periodistas, ya que, si bien es cierto que la asignación de contratos puede recaer en distintas áreas administrativas, resulta difícil deslindar completamente la responsabilidad política del titular del Ejecutivo estatal, especialmente cuando se trata de empresas que posteriormente realizaron transferencias millonarias a sus cuentas personales.

“Todo está declarado, no hay conflicto de interés ni delito alguno”: López Hernández
El senador también se mostró visiblemente molesto ante los señalamientos mediáticos, calificando de “mentiras”, “infundios” y “mafufadas” los reportajes que lo involucran. “Tengo la coraza bastante gruesa. Me preocuparía si alguna de esas mentiras tuviera sustento, pero no lo tienen”, dijo, sin ofrecer explicaciones claras sobre las inconsistencias entre sus declaraciones patrimoniales y las transferencias reportadas. En lugar de asumir responsabilidad o abrir la puerta a una revisión independiente, optó por desacreditar a los medios y sugerir que los ataques forman parte de una estrategia para debilitar el movimiento político que representa.
Respecto a su relación con los medios, López Hernández reconoció que no es un político acostumbrado a la exposición mediática diaria. “Respeto mucho la labor de los comunicadores, pero no soy alguien que acostumbre a dar declaraciones”, afirmó. Recordó que durante su gestión como gobernador de Tabasco, el presupuesto de comunicación social estaba en cero, y que nunca destinó recursos a convenios publicitarios, lo que, según él, explica su bajo perfil mediático.
Sobre su permanencia en el Senado, negó haber recibido presiones para solicitar licencia y aseguró que su encargo como coordinador parlamentario está firme. “Solo he recibido solidaridad de mis compañeros”, afirmó, aunque reconoció que dentro del bloque mayoritario existen diferencias internas. Reiteró que su compromiso con la Cuarta Transformación sigue intacto y que los ataques buscan debilitar al movimiento. “Este país se sigue transformando gracias a que actuamos unidos. Todos tenemos un solo objetivo: mantener en alto la bandera de la Cuarta Transformación”.
Finalmente, al ser cuestionado sobre si ha hablado con la presidenta Claudia Sheinbaum sobre estos temas, el senador evitó dar detalles, y cerró reiterando que sus ingresos están en regla y que los ataques responden a intereses políticos. “Yo he vivido en la normalidad en términos fiscales. Alguna vez me hicieron una auditoría y la libré pagando ocho mil pesos. Todo está en orden. No tengo nada que ocultar”, concluyó.