Ernesto Madrid
La economía mexicana cambia su tendencia y apunta a un retroceso luego de que cayó en noviembre 0.1% rompiendo la racha de cuatro meses con cifras positivas mientras que, si bien la economía informal se recuperó al crecer 12.4% la realidad es que el sector formal lo hizo apenas en 2.7% de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En este escenario habría que calcular que al inicio de enero del 2023 dos factores podrían complicar la cuesta de enero, como son la incertidumbre que hay en torno a las políticas públicas con que actúa el presente gobierno y la polarización que se advierte y se aprecia sobre todo, en las redes sociales.
En el escenario, habría que tomar en cuenta los indicadores recientes en torno a al consumo en México y Estados Unidos que ya dieron señales de retroceso lo cual, sin duda impactará en la actividad productiva del país complicando aún más, la cuesta de enero, pese a que el presidente López Obrador dice que su Plan Antiflación la amortiguara.
Al ir por partes el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) que elabora el INEGI, dio a conocer que las cifras no superaron la barrera del 1% como se aprecia en los datos desestacionalizadas en donde las actividades secundarias y terciarias sufrieron el mayor descenso.
Lo anterior marca que este descenso de noviembre es apenas el segundo del año ya que en junio la economía cayó 0.2% no obstante implica que el mercado interno como las exportaciones, sin duda van cuesta abajo.
Esto de acuerdo con el indicador oportuno del INEGI en donde se muestra la tendencia del consumo privado en el mercado interno que se diferencio por un retroceso de 0.7% que tiene que ver con el estancamiento de los mexicanos, en particular el consumo privado de las familias.
En paralelo el INEGI también dio a conocer que la informalidad participó en 2021 con 24 de cada 100 pesos del Producto Interno Bruto, un poco por encima del 23.1 de 2019, previo a la contingencia sanitaria por COVID-19.
Para ser más precisos el 55.8% de las actividades en México corresponde a la informalidad mientras que solo 44.2% cuenta con un trabajo formal, que en contraste el PIB de los de calle es solo 23.7% del total mientras que el de oficinas es 76.3%, es decir que los formales tienen una mayor productividad que se requiere en la economía productiva para contar con mejores niveles de crecimiento.
Esto por cierto contradicen el optimismo del gobierno que advierte una expansión del PIB del 3% contrario a lo que señalan los especialistas de Banxico que estiman solo alcanzaremos el 0.9%
La realidad es que la economía parece entrar en un menor crecimiento y una posible recesión por muy pequeña que sea, ya se advierte en nuestra economía.