Ernesto Madrid
En el país se generaron 423 mil 384 empleos formales revelo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al cierre de marzo, una cifra récord para un periodo similar, pero en contraste, la venta de 13 de las 27 plantas que Iberdrola operaba en México, al gobierno por 6 mil millones de dólares, es una señal de advertencia para las empresas energéticas que tienen inversiones en el país advirtieron analistas del sector.
Si bien el número de trabajadores registrados en el IMSS se ubicó en 21 millones 796 mil 280, una cifra sin precedente las empresas que podrían analizar pausar o incluso, retirar sus capitales en lo que resta de esta administración dará un impacto al número de empleos de industrias como Enel, Naturgy, Mitsui, Sempra Infraestructura, entre otras.
En el contexto abría que mirar al mercado estadounidense que en marzo se desaceleró la creación de empleos por segundo mes al hilo, con la creación de 236 mil puestos de trabajo, menor a las 326 mil de febrero, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés) lo que implica la cifra menor desde diciembre de 2020, cuando se eliminaron 268 mil puestos de trabajo un dato ligeramente por debajo de las expectativas del mercado, que pronosticó la creación de 240 mil empleos en marzo.

Se crean más empleos, pero la venta de Iberdrola es una mala señal
En el escenario el presidente Andrés Manuel López Obrado envió a la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma administrativa que busca tres objetivos principales: ‘la reversión de actos de corrupción, la prevención de actos lesivos al interés público o que puedan causar daños al erario y el fortalecimiento de la Administración Pública Federal’ en el entendido de que el Gobierno de México plantea establecer un límite al pago de indemnizaciones derivados de procedimientos jurisdiccionales o arbitrales, tanto nacionales como extranjeros como lo es la disputa por el sector energético.
Habrá que precisar que Víctor Ramírez, vocero de la Plataforma México, Clima y Energía destacó que “en lo que va de esta Administración, las inversiones destinadas a proyectos de energías limpias se han ido reduciendo drásticamente, pasando de 5 mil 893 millones de dólares en 2017 y 4 mil 254 millones de dólares en 2019, a tan solo 705.9 millones de dólares en 2021″.
Además de que en el país hay una mayor demanda de energía eléctrica, pero no se ve “inversión privada en el sector energético de aquí al 2024, después de la elección presidencial y una vez que haya certeza de que habrá cambios en la política energética”, lo cuál de no permitir inversiones a privados, terminará por ahuyentar las inversiones de otras empresas productoras de electricidad” advierte el analista.