Ernesto Madrid
Una historia de amor regresa al escenario político-electoral frente al incremento que ha tenido en las encuestas con opiniones favorables la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum y justo el día que anunciará que quiere ser presidenta.
Todos comenzó cuando ella y el físico Jesús María Tarriba, eran estudiantes de la carrera de física en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero se fortaleció luego de 30 años cuando en uno de sus tiempos libres, Sheinbaum buscaba amigos de la Universidad por facebook y encontró a Jesús, sin embargo, no se vieron hasta tiempo después.
“Yo era jefa delegacional en Tlalpan, él vino a visitarme y desde ahí nos reencontramos”, contó Claudia en entrevista de radio en un programa de espectáculos y ambos se dieron cuenta que mantenían cosas en común y coincidían en que estaban divorciados, e inicio la historia de amor.
Incluso su prometido dijo que se arrepentía de haberla dejado ir en su momento y haber tenido que esperar tanto tiempo para volver a estar con ella “la descuidé, la perdí y sí me arrepentí”, y la verdad es que él ya sentía algo por ella desde aquella solicitud de amistad que le mandó la jefa de gobierno, confió en entrevista para un diario nacional.
Esta historia no es diferente ni distante de aquella leyenda de amor que se construyó en torno al priista Enrique Peña Nieto cuando era gobernador del Estado de México que justo dos años antes de la elección presidencial, en 2010, cuando ya se veía como aspirante y era común en sus reuniones de gobernadores verlo saludar a las que decía eran sus admiradoras en las secretarías de gobierno.
Y entonces Peña contrajo matrimonio con la actriz de telenovelas, Angélica Rivera, en una boda totalmente política que sin duda le sumaría popularidad y conocimiento al entonces precandidato, que dos años después ganaría la Presidencia.
La diferencia reside en que la posición de Sheinbaum no responde a un personaje de la farándula, pero si se percibe como un acto de campaña y una estrategia con la que se busca fortalecer la imagen de la aspirante presidencial que aparecía prácticamente sola luego de haberse separado en 2016 del perredista Carlos Ímaz, que apareció en los videoescándalos recibiendo dinero ilegal del empresario Carlos Ahumada y que la jefa de Gobierno traicionó con López Obrador, cuenta el libro ‘El Rey del Cash’.
Lo cierto es que Claudia Sheinbaum de acuerdo con la última encuesta de El Financiero del pasado 22 de noviembre avanzó dos puntos en su popularidad, al pasar de 45 a 47% en el último mes, ubicándose 7 puntos arriba de Marcelo Ebrard que suma 40% de opinión favorable contra un Adán Augusto López que avanzó cuatro puntos al pasar de 28 a 32%, seis puntos por arriba de Ricardo Monreal con 26%.
Pero muy lejos de sus opositores, Luis Donaldo Colosio Riojas que cuenta con 31% de opinión favorable, un punto arriba de Enrique de la Madrid, que obtiene 30% seguido de Lilly Télez, con 27% y un panista Ricardo Anaya que tiene el 13%, frente al 20% de Mauricio Kuri.
De las priistas, ni hablar Claudia Ruiz Massieu y Beatriz Paredes están en 24 y 21% y Margarita Zavala y el priista Alejandro Murat, 19 por ciento cada uno. Pero esta historia empieza apenas a tomar auge.