Ernesto Madrid
Si bien es cierto que el presupuesto contemplado en el Paquete Económico 2023 es un 6.5% mayor en términos reales al del año pasado, la realidad es que es un 2% menor al aprobado en 2019, previo a la pandemia lo que amplía la brecha de desigualdad educativa que es uno de los mayores retos del sector.
En este contexto diversos analistas han alertado que México tiene una crisis educativa en la que se estima que niñas, niños y jóvenes perdieron aprendizajes equivalentes a dos años de escolaridad y por lo menos 628 mil personas entre 6 y 17 años interrumpieron sus estudios.
De acuerdo con un análisis del Instituto Mexicanos para la Competitividad (IMCO), el presupuesto a la educación es equivalente a 3% del PIB estimado para 2023 en los Criterios Generales de Política Económica lo cual contrasta con lo que considera la UNESCO para los países en vías de desarrollo que dice, deben invertir al menos un 8% del PIB.
Si nos vamos a los detalles, encontramos que por ejemplo para el rubro de Expansión en la Educación Inicial se proyecta 2.3% de aumento, no obstante, las metas no se lograron, ya que se reporta que los CAI aún inscriben niños en edad de preescolar, con lo que se limitan los espacios para el ingreso de niños en edad de educación inicial de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A. C. (CIEP).
Ahora bien, si nos enfocamos en el PEF 2023 observamos que el gasto directo a primera infancia representa sólo 1.6% del gasto total identificado para la población de 0 a 5 años y el restante 98.4% impacta a esta población de forma indirecta.
El PEF sólo se identificaron dos programas presupuestarios que destinan recursos de manera exclusiva a niños de 0 a 5 años: ‘Expansión de la educación inicial’, con un presupuesto aproximado de 800 mdp; y, ‘Seguro médico siglo XXI’, que cuenta con poco más de 2 mil 784 mdp.
Para el IMCO el presupuesto asignado a la SEP debería asegurar recursos para evaluar los conocimientos de los estudiantes, así como para garantizar las condiciones necesarias para las evaluaciones diagnósticas.
Además, señala que es necesario priorizar programas para desarrollar las habilidades socioemocionales de las y los niños desde la primera infancia y hasta su etapa de estudiantes, acelerar aprendizajes que se detuvieron durante la pandemia y acompañar a los docentes en la implementación del nuevo modelo educativo.
Ahora bien, si nos vamos al análisis presupuestal de educación de la Cámara de Diputados 2022, observamos que en el presupuesto la mayoría de los recursos se destina a la educación básica que equivale al 3.1% del PIB y para la primera infancia en el rubor de subfunción solo es el 1.9% sin embargo Educación Básica entre 2019 y 2022 registró una tasa de decrecimiento media anual -1.5%.
En un panorama general, se tienen datos de que en México se invierten aproximadamente 124 millones de pesos al año en la población infantil, el 24% de ese presupuesto es destinado a la educación y dentro de este reducido porcentaje se destina un 80% a la educación inicial destaca el CIEP.
La inversión educativa en los países fluctúa entre el 2 y el 12.8% del PIB, en México es de 3% de acuerdo con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación
En este contexto hay que precisar que países como Alemania, dedica a educación un 11,23% de su gasto público, a salud un 19,88% y al ejército solo un 3%.
Hay que recordar que la educación contribuye al crecimiento económico del país de las siguientes maneras: Incrementando la productividad laboral al generar capital humano preparado y aumentando la innovación mediante la creación de nuevos conocimientos sobre nuevas tecnologías, procesos y productos.