• No acepta el Ganso que defraudó a seguidores; la oposición debe reconstruirse
Por: Miguel A. Rocha Valencia
Más allá de lo que diga el Ganso de Macuspana y las justificaciones que den los morenos, los hechos son de trascendencia en lo que los sociólogos laman “correlación de fuerzas”: En las elecciones intermedias, la 4T obtuvo casi la mitad de los votos que, en 2018, se aleja de la mayoría calificada para realizar reformas constitucionales por lo cual, tendrá que negociar, comprar, amenazar o chantajear a opositores para realizarlas.
Claro, tiene el triunfo, que para quien esto escribe no es casual, en los estados del Pacífico, como lo hizo en su tiempo el PRI, con lo cual le quedan las rutas del tráfico de drogas, armas y personas por aire y tierra, pero a cambio, pierde muchas posiciones, votos y poder autoritario en la capital del país, así como millones de votos a nivel nacional.
Si con ese panorama se va a enfrentar a un referéndum, arrostrará el riesgo del rechazo y mediante una mayor exposición de sus debilidades a nivel estatal, podría registrar una mayor merma, así como un incremento de los sufragios contra su permanencia en el poder.
Como “pilón”, seguramente la recomposición de la Cámara de Diputados y solidificación de la fragmentada, desacreditada y “corrupta” oposición en el Senado, podría tapar caminos a cambios improvisados y a modo presidencial.
Es decir, el freno se logró, en el fondo lo que se buscaba era detener la arbitrariedad y tendencia autoritaria de un gobierno federal que desdeñó, desafió e ignoró a los estatales a grado de negarles sus participaciones y los apoyos que por ley debió darles y fueron a parar a los “ahorros” de la 4T para repartirlos con carácter clientelar a través de programas sociales federalizados.
Esa característica y sistema de compra de lealtades donde el único que regala y es benefactor del pueblo, los oprimidos y los pobres es el gobierno de “Tata Ganso”, continuará y sin duda se acrecentará en los próximos meses para que rinda frutos cuando se haga la encuesta de revocación de mandato. Estrategia que ahora sí, podrá realizarse a través de los gobiernos estatales “propiedad” de Morena, quienes se encargarán de hacer ver a los beneficiarios que es el Mesías Tropical quien los redime, apoya y es el único que los quiere.
Pero hasta en esto se quedó corto el programa de la 4T, que a estas alturas debería tener a estados como Chihuahua, Nuevo León y Querétaro bajo se férula directa, pero no se alcanzó y lo ven como un fracaso. El plan era que ya todo debería estar comprado, incluyendo gobernadores en conflicto como Javier Corral Jurado quién pagará con persecución no entregar la entidad a Morena.
Esa es la estrategia de Morena que ahora se topará con obstáculos a los que intentará comprar mediante amenazas, chantajes, carpetas de investigación, ordenes de aprehensión a través de la UIF, SAT o FGR. Veremos si los opositores resisten los embates y si son capaces de llegar hasta las últimas consecuencias.
Para ello, los opositores tendrán que reconstruirse, trabajar desde ya para rescatar la credibilidad perdida y propiciar al menos la idea de un cambio donde queden desterradas además de la corrupción que unos y otros mostraron en el pasado, los vicios que les hicieron perder adeptos y posiciones políticas.
Hoy el pueblo desengañado le dijo a Morena que 15 millones de personas ya no votaron por ese partido y no se les sumó ni uno sólo, mientras que, a la oposición, le da una nueva oportunidad y debe aprovecharla, como no la aprovechó el PRI con Peña Nieto y nos dejó de herencia a un Profeta de la miseria y el autoritarismo.
Porque la culpa de lo que hoy padecemos los mexicanos, es de los que se fueron; ellos nos hicieron optar por un caudillo que hundió la economía, se alió con el crimen y prohijó la corrupción de manera grosera y cínica junto con una gran inoperancia y autoritarismo.
Veremos si desde la posición que hoy tienen los opositores son capaces de aprovechar la oportunidad que se les da de nueva cuenta para asumir su papel de equilibrio, si son capaces de sustraerse de los vicios y pecados que les hicieron perder el mandato popular y en suma convertirse en una esperanza para los mexicanos. El talento lo tienen, pero falta que lo aprovechen para bien y no beneficiarse con el poder.
Veremos…