Por Óscar Sánchez Márquez
El enfrentamiento entre Clara Brugada y Omar García Harfuch por la candidatura de Morena al Gobierno de la Ciudad de México es fiel reflejo de lo que se comienza a vivir en los 8 estados en donde habrá elecciones para renovar gubernaturas en el 2023. La pelea por el poder político y económico es cruenta y dejará muchas víctimas en el camino.
El jaloneo entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum por imponer a su favorito en la CDMX ha dejado al descubierto que el bastón de mando que el primero le entregó a la segunda al parecer es “ficción” y deja en claro que el control político en el país pretende seguir en manos del aún presidente.
Por muchas fuentes fiables se sabe que López Obrador apoya a Clara Brugada para que sea la candidata y posteriormente jefa de gobierno en la capital del país, no solo por su trayectoria -abiertamente vinculada a la izquierda tradicional- sino porque políticamente la ex alcaldesa de Iztapalapa genera más votos, sobre todo en ese sector del voto duro de Morena.
Esta garantía de voto morenista el presidente no lo ve posible del todo con el exjefe policiaco, quien es apoyado abiertamente por Sheinbaum. El Ejecutivo ubica a aquél dentro de la “neo izquierda” o a la “izquierda fifi”. El recelo crece por el parentesco que tiene Omar García con uno de los hombres más ricos de México y que se ha convertido en el principal crítico de este gobierno.
Por si fuera poco, el extitular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana no deja de estar inmerso en el ojo del huracán por su actuación, poco clara, respecto a las indagatorias iniciales por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, así como las menciones, cada vez más constantes, de relaciones no aclaradas respecto a su política de persecución hacia un grupo criminal en particular y no a otro.
Por la transformación social y cultural que emprendió en Iztapalapa, demarcación que es sin duda el principal banco de votos para Morena en el 2024, Clara Brugada puede generarle poco más de 700 mil votos a su partido en la Ciudad de México e impactar en las votaciones para diputaciones federales, que, como lo ha reconocido el propio presidente, ganar la mayoría en el Congreso de la Unión debe ser el principal objetivo del partido porque da por hecho que la presidencial la tienen en la bolsa.
Por más apoyos que le brinda a su protegido y favorito, la realidad es que hoy Claudia Sheinbaum no tiene la forma de garantizar el número de votos que proyecta Clara Brugada. Se comenta que la marca electoral Claudia Sheinbaum impactaría en la candidatura de García Harfuch, pero son marcas distintas sobre territorios electoral, social, política y culturalmente distintos.
Lo mismo ocurre en las entidades en donde se renovará la gubernatura en el 2024: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Mor3los, Puebla, tabasco, Veracruz, Yucatán y Ciudad de México.
En esas entidades, así como en la conformación de candidaturas a la Cámara de Diputados y al Senado de la República, se confrontarán los intereses de presidente López Obrador y su equipo, que se asumen como los jefes políticos de Morena por antonomasia, frente a quienes recibieron un bastón de mando de papel, es decir solo para la foto y el ritual, pero no de manera efectiva.
A manera de ejemplos de esa carnicería política a nivel nacional, citamos lo que se vive en Veracruz dónde están confrontados Rocío Nahle García, secretaria de Energía, Claudia Tello Espinoza, diputada federal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, delegado de programas federales y Zenyazen Escobar García, secretario de Educación. Todos ellos se asumen como designados por Obrador y tratan de imponerse frente a Claudia.
Puebla no es ajena a esta situación. Ahí se disputan la candidatura Julio Huerta; Nacho Mier; Olivia Salomón y Lizeth Sánchez. El viernes se sabrá cuál de los 4 queda, en definitiva. No hay visos de un cierre de filas en torno a Morena, sino a personajes, lo que avizora una confrontación que puede derivar en una división política de cara a la elección.
En el estado de Morelos Ulises Bravo, hermano del Gobernador Cuauhtémoc Blanco, quiere apoderarse del proceso interno. Sin embargo, el Consejo estatal de Morena avaló a cuatro aspirantes: Margarita González Saravia, Sandra Anaya Villegas, Víctor Mercado Salgado, Rabindranath Salazar Solorio,
Sin embargo, la determinación del consejo estatal de Morena no es la ultima palabra, ya que los cuatro aspirantes serán sometidos junto con otros dos que elegirá la Comisión de Elecciones del Comité Ejecutivo Nacional. Ahí es dónde se dará la lucha entre grupos locales y nacionales. Entre obradoristas y claudistas.
El tema no es menor.
Si a Claudia Sheinbaum le otorgaron el bastón de mando lo querrá ejercer, pero eso ocurrirá solo si el poderdante lo determina, es decir el presidente de la República. Mientras tanto, la unidad es la que está de por medio de cara a la madre de todas las elecciones el 2 de junio del 2024.