• La empresa estatal arrastra 1.3 billones de pesos en pérdidas, acusaciones de soborno en EE. UU. y conflictos con proveedores, mientras comunidades denuncian daños por la refinería de Dos Bocas.
Ernesto Madrid
Mientras Moody’s Ratings mantiene bajo revisión la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) con miras a una posible mejora tras el anuncio del Plan Estratégico 2025-2035, la petrolera enfrenta un complejo panorama marcado por quebrantos financieros, señalamientos de corrupción y tensiones sociales.
Los reportes financieros indican que Pemex acumuló 1.3 billones de pesos en pérdidas con Octavio Romero al frente ahora titular del Infonavit, durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, con utilidades únicamente en 2022 y 2023, favorecidas por la baja de impuestos. En contraste, tan solo en los primeros nueve meses de 2024 los números rojos ascendieron a 430 mil millones de pesos, su mayor nivel desde 2020.
A la crisis financiera se suman las acusaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) contra los empresarios Ramón Alexandro Rovirosa y Mario Alberto Ávila, señalados por pagar sobornos de 150 mil dólares a funcionarios de Pemex Exploración y Producción para asegurar contratos. El exdirector de Pemex y actual titular del Infonavit, Octavio Romero Oropeza, admitió que se detectaron intentos de soborno durante su gestión, aunque aseguró que fueron cancelados “de inmediato”.

Moody’s revisa a Pemex para posible mejora, pero la petrolera enfrenta pérdidas, corrupción y crisis social
En el ámbito operativo, Pemex Logística registró pérdidas por 12 mil 729 millones de pesos en 2025, tras absorber el costo del acuerdo para topar el precio de la gasolina Magna en 24 pesos por litro, medida pactada por la presidenta Claudia Sheinbaum con empresarios gasolineros.
Los proveedores también acusan rezagos. Rafael Espino, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas y Servicios Petroleros, denunció que Pemex mantiene adeudos por 73 mil millones de pesos y que incluso impide facturar servicios ya prestados, lo que mantiene a decenas de empresas en un limbo financiero.
En paralelo, la refinería Olmeca-Dos Bocas, presentada como emblema de autosuficiencia energética, ha generado un fuerte impacto ambiental y social en comunidades del municipio de Paraíso, Tabasco, donde habitantes denuncian enfermedades respiratorias, pobreza y desplazamiento por la contaminación.
Aunque el gobierno insiste en que el nuevo plan estratégico mejorará el perfil financiero de Pemex, los mercados internacionales observan con cautela. La petrolera mexicana mantiene una de las notas más bajas entre las grandes empresas estatales de energía del mundo —muy por debajo de Petrobras, Ecopetrol o Saudi Aramco—, lo que refleja que, más allá de promesas de rescate, la sombra de la deuda, la corrupción y la falta de credibilidad siguen pesando sobre la mayor empresa de México.
@JErnestoMadrid
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