LOS “ABAJO FIRMANTES” Y SU MAL CÁLCULO
Redacción: MegaUrbe
Definitivamente les falló el timing a los intelectuales, políticos y exfuncionarios firmantes del manifiesto intitulado “Contra la Deriva Autoritaria y por la defensa de la democracia”, en la que llaman al presidente Andrés Manuel López Obrador a restituir el equilibrio de poderes y retomar la senda de las decisiones democráticas en el quehacer de gobierno.
El llamado en sí mismo no es errado, retoma la inquietud que hay en muchos sectores de la sociedad, sobre todo a la luz de la gestión que se ha hecho de serias problemáticas actuales, como la crisis de salud pública por la pandemia de Covid19; el incremento de muertes dolosas en el país, el desplome de la economía nacional y la polarización de la sociedad que se alienta desde el propio gobierno.
Lo que no checa es que ese llamado ocurre en el preciso momento en que el propio gobierno, la 4T, hizo posible la extradición de Emilio Lozoya Austin, procedente de España, para iniciar su judicialización por presuntos actos de corrupción que llevó a cabo cuando fue director de Petróleos Mexicanos, en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Ante la opinión pública parece que la protesta de los intelectuales y exfuncionarios públicos, así como políticos, muchos de ellos privilegiados de la era priísta, se debe precisamente a la cacería política-judicial que se ha iniciado en contra del peñismo y todo lo que representa, incluso sus nexos con otro grupo de poder: el salinismo.
El mal timing de la maniobra fue leído rápidamente por la 4T y quien respondió directamente fue el propio Presidente López Obrador, quién les dijo a los “abajo firmantes” que sí el equilibrio de poderes, el fortalecimiento del Estado de derecho y de la democracia que piden es el que ejemplifica Emilio Lozoya Austin y toda la oleada de corrupción, abuso de poder y frivolidad política que caracterizó a sus jefes inmediatos y al partido político al que representaban: mensaje claro en contra del Expresidente Enrique Peña Nieto y todo su clan.
A los “abajo firmantes” les faltó un asesor en comunicación política. El golpe que pretendían dar se les revirtió en forma proporcional a la fuerza pretendida.