• El Gobierno paga la deuda pública ¡con más deuda!
Ernesto Madrid
El Paquete Económico 2025 no cumple la Regla de Oro de las finanzas públicas que dicta que la deuda debe ser igual o menor al gasto en inversión de acuerdo con la propuesta, en 2025 por cada peso de deuda, sólo 59 centavos irán a inversión y 41 a gasto corriente, principalmente a pagar intereses de la deuda pública, es decir, endeudarse para pagar intereses es cómo cubrir una tarjeta con otra.
No obstante, la aplanadora de Morena ya se prepara para discutir y aprobar el Paquete Económico, cuyo proyecto especifica que la mayor parte de la ‘tijera’ será en los ramos autónomos con un recorte de 30 mil 220.7 millones de pesos no obstante, considera, un monto de gasto total por 9 billones 302 mil 15.8 millones de pesos.
Lo cierto es que, para reducir el déficit presupuestario en 2025, sin realizar una reforma fiscal, el Gobierno deberá castigar uno de los principales motores del desarrollo económico: la inversión en infraestructura, además, el endeudamiento seguirá siendo superior al gasto de inversión, por lo que aún no se recupera la senda de la sostenibilidad fiscal, resalta un análisis de México Evalúa.
“En el corto plazo, el menor gasto podría desacelerar el crecimiento económico, lo que impactaría indirectamente a la recaudación tributaria, sin embargo, el mayor impacto se sentirá a mediano plazo, con efectos negativos en áreas como la salud, abastecimiento de agua, combustibles o transporte carretero”, por lo que siguiere que una solución para fomentar el desarrollo económico y social sería aprovechar el uso de las APPs, aunque no se contemplen estas figuras en el Paquete Económico 2025.
En contraste, el alto endeudamiento del Gobierno federal, destinado a programas que no generan ingresos públicos y si compromete áreas clave, como la salud, por lo que, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 lleva al gasto público en este rubro a su nivel más bajo desde 2010.
México ocupa el lugar 19 de 24 países en gasto público en salud en América Latina y el Caribe, según la CEPAL, y el gasto de bolsillo de los mexicanos en salud es el más alto de la OCDE, es decir, el impacto es mayor para quienes no tienen seguridad social, debido a que el Gobierno asigna a discreción el presupuesto sanitario para los no asegurados, lo cual, no solo es un retroceso histórico, sino que pone en riesgo a millones de mexicanos.
Además, la deuda de proveedores de Pemex ya representa el 9.94% del pasivo total en 2024 y la falta de recursos y el encarecimiento de las obligaciones generan un círculo vicioso. Los retrasos en pagos, a nivel regional, ya afectan a economías locales, aunque el nuevo régimen fiscal “Derecho Petrolero para el Bienestar” busca liberar recursos, pero no garantiza que se destinen a proveedores.
Las pérdidas financieras acumuladas agravan el panorama, y ya se señala que Pemex reúne los requisitos legales para declararse en quiebra, según la Ley de Concursos Mercantiles, por lo que surge la pregunta: ¿Hasta cuándo será viable subsidiar a la petrolera a costa de proveedores y del erario?
En todo este contexto, la nueva administración, además, enfrenta tensiones internas y externas exacerbadas por la concentración de poder que, si bien es cierto que las virtudes de la nueva presidenta, aunque son muchas, seguramente no le permitirán contener los conflictos (incluso dentro de su propio partido) sin atender ese problema crucial que es el del exceso de concentración de poder.
Por lo que, el liderazgo de Claudia Sheinbaum bien podría compararse con un castillo construido sobre arenas movedizas: sólido en apariencia, pero incapaz de resistir las corrientes ocultas que amenazan con hundirlo. Si bien su llegada a la presidencia despertó expectativas y entusiasmos, los ecos del pasado y las inercias del presente parecen conspirar para limitar su margen de maniobra.
Ahora, el destino de la presidenta depende de su capacidad para transformar un modelo desgastado en algo que inspire estabilidad y confianza. Si lo logra, será recordada como una líder que navegó aguas turbulentas con destreza. Pero si falla, las arenas movedizas que la rodean no tendrán piedad. Y en la política mexicana, como en las tragedias griegas, los héroes caídos suelen ser recordados más por sus errores que por sus virtudes.