• Habrá un subsidio para el AIFA de más de 924 mdp pero no para el AICM
Ernesto Madrid
La situación del déficit proyectado de 3.9% del PIB y el déficit presupuestal de 3.2% del PIB, con un nivel de deuda pública de 51.4% del PIB deja abierta la pregunta si ¿Podrá el gobierno mexicano mantener esta deuda en un nivel sostenible y apoyar la estabilidad financiera a mediano y largo plazo al mismo tiempo?
El Gran Circo de la Deuda
Imaginemos que estamos en un circo, donde el gobierno es el malabarista que intenta mantener en el aire varios platos girando: el déficit, la deuda y, por supuesto, la promesa de estabilidad financiera. Con un déficit de 3.9% del PIB, es como si dijeran: “¡No se preocupen, todo está bajo control!”, mientras los platos empiezan a tambalearse peligrosamente.
Los Números que No Cuadran
Con un ingreso proyectado de 8 billones de pesos, los gastos del gobierno parecen ser más altos que las expectativas de los aficionados al fútbol después de una victoria inesperada. La pregunta es: ¿realmente alcanzará este ingreso para cubrir los gastos? Si consideramos que el déficit presupuestal es del 3.2% del PIB, eso significa que el gobierno está gastando más de lo que tiene, como un adolescente con tarjeta de crédito en una tienda de videojuegos.
Para entenderlo mejor es si esos ingresos de 8 billones de pesos que proyecta en el paquete económico de 2025 contra un gasto proyectado de 9.22 billones de pesos, será suficiente porque es como si estuvieras en una fiesta con un pastel gigante y te das cuenta de que no hay suficiente para todos. Así que, mientras algunos se sirven generosamente, otros se quedan mirando con hambre.
Lo delicado del caso es que se destinarán más de 924 millones de pesos al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que es como darle a un niño un juguete nuevo mientras el viejo el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se desmorona. Y hablando de juguetes, solo 556 millones de pesos irán para el tren México-Toluca. ¡Qué generosidad! Es como si dijeran: “Aquí tienes un tren, pero no esperes que te lleve a ningún lado”, porque hasta ahora, ha sido una obra en que se dilapidaron recursos por un compromiso del sexenio de Peña Nieto.
Y si bien es cierto que en el paquete económico está incluido un presupuesto para los programas sociales, entre ellos la Pensión Bienestar para Mujeres que en su primera etapa beneficiará a personas de 63 años y “no son dádivas” como apunto el secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O, la realidad es que se consume una buena parte del presupuesto, para mantener al electorado de Morena, a gusto.
La Deuda: Un Elefante en la Habitación
La deuda pública, que se sitúa en 51.4% del PIB, es como ese elefante en la habitación que todos ignoran mientras intentan disfrutar del espectáculo. Aunque este nivel de deuda puede ser manejable a corto plazo, a largo plazo se convierte en una carga pesada. Los pagos de intereses pueden consumir recursos que podrían destinarse a servicios públicos esenciales, como salud y educación.
Sin duda, una de las consecuencias potenciales es el aumento de la desconfianza: Si el gobierno sigue acumulando deuda sin un plan claro para manejarla, los inversionistas podrían empezar a mirar hacia otro lado. Es como si estuvieras en una cita y tu acompañante no dejara de hablar sobre sus ex; eventualmente, te preguntarás si vale la pena seguir ahí.
Habrá que ver como reaccionan las otras calificadoras, mientras Moody’s se adelanto a decir que el gobierno va bien en este momento, pero en largo plazo advierte un “deterioro de la asequibilidad de la deuda y una mayor rigidez del gasto público dificultan la consolidación fiscal”, en donde está la duda, si ¿habrá o no? Reforma Fiscal.
Por lo pronto, lo que está bajo observación es la calidad de las instituciones en México que ya es baja en comparación con otras dos grandes agencias calificadoras, S&P y Fitch, que harán sus ajustes o ratificaciones, a partir del documento presentado pero llama la atención que hay preocupación en lo que respecta al Estado de derecho y el control de la corrupción, por lo que estarán evaluando un mayor deterioro en el marco de formulación de políticas y la independencia del sistema judicial que “podría limitar la capacidad del gobierno para abordar los crecientes desafíos crediticios”.