Por Redacción
Equipo de Análisis Político de MegaUrbe
Mientras ponemos gasolina a precio de oro, una red de delincuentes –coludidos de altos mandos– se embolsa miles de millones evadiendo impuestos y contrabandeando combustible como si fuera agua de pozo. No es una película de narcos, es el huachicol fiscal, el cáncer que carcome las finanzas de México. Hoy, con datos frescos de la la Secretaría de Hacienda Petróleos Mexicanos y reportes que no mienten, un trabajo especial crudo y sin filtros de algo que nos duele, pero hay que destaparlo para que duela menos.
De la Reforma Energética al festín de la delincuencia organizada: ¿Cómo nació este monstruo?
En 2013, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, la Reforma Energética abrió las puertas a importaciones masivas de gasolina y diésel. El objetivo: bajar precios y modernizar Pemex. Pero, ¿qué pasó? Los integrantes del crimen organizado olieron la oportunidad. Pasaron del robo físico de ductos –el huachicol clásico– a un esquema más sofisticado: el “huachicol fiscal”.
El truco está en que importan combustible de Estados Unidos sin pagar el IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios), lo disfrazan como lubricantes o solventes en aduanas corruptas, y lo venden en gasolineras “legales” a precios bajos, pero sin declarar ni un peso al SAT.

El huachicol fiscal: El saqueo invisible que nos roba a mano armada
Según un reportaje de Animal Político, este negocio ilícito involucra empresarios, funcionarios y prestanombres, generando ganancias rápidas y pérdidas estatales brutales. La BBC lo resume perfecto: del robo simple al “delito comparable al narcotráfico”, todo gracias a esa apertura que Peña vendió como panacea.
La embajada de EU en México soltó un video en julio de 2025 acusando a cárteles mexicanos de robar crudo y contrabandearlo de vuelta. La Jornada lo tituló “Huachicol fiscal: la parte de EU”, y ahí está claro que el origen es una mezcla de política energética fallida y corrupción rampante.
Impunidad a plena luz del día: ¿Quién cubre a quién?
En los hechos, estos “huachicoleros” operan con una impunidad que da asco. Es ver pipas de combustible estacionadas en plena carretera, vendiendo a grito pelado, sin un solo policía a la vista. El Financial Times reveló en junio de 2025: imágenes satelitales muestran cómo los huachicoleros no se esconden, porque saben que nadie los toca. Bajo Peña Nieto, el robo costó 30 mil millones de pesos solo en 2017, con encubrimiento desde Pemex hasta gobiernos locales, como el caso del exfuncionario Eduardo León Trauwitz, quien coordinaba “huachicoleo” en ductos con total libertad.
En el sexenio del ahora ex presidente Andrés Manuel López Obrador prometieron cerrar ductos y acabar con esto, pero un exgeneral, según algunas fuentes, lo acusa de “institucionalizar” el huachicol, con redes que se fortalecieron pese a los discursos. Ahora, con la presidenta Claudia Sheinbaum, hay un golpe: en septiembre de 2025, detuvieron a 14 personas, incluyendo 6 marinos y empresarios, en un operativo que El País califica como “el mayor golpe a la corrupción” de su gobierno. Pero el secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales, lo admitió en un desfile: hay una “red de corrupción” incrustada. ¿Encubrimiento? Aún hay sospechas de que Morena, actual partido en el poder, está salpicado, con recursos dudosos en campañas.

El huachicol fiscal: El saqueo invisible que nos roba a mano armada
El columnista Raúl Torres, en un foro de Milenio, lo puso en claro: “La corrupción está incrustada en el sistema político, desde el huachicol fiscal hasta los peces gordos”. Y Denise Dresser, en columnas pasadas sobre Pemex, ha fustigado cómo la impunidad es “el pegamento de este desastre”. Ciro Gómez Leyva, en sus noticieros, ha cuestionado por qué los mandos navales –ahora bajo fuego– no fueron vigilados antes.
Cifras que duelen en el bolsillo: ¿Cuánto nos han robado?
Vamos a los números duros, porque las palabras no bastan. Según el PAN, el huachicol fiscal nos cuesta *200 mil millones de pesos al año* –más que el presupuesto de educación en algunos rubros. El País lo eleva a 9 mil millones de dólares anuales, un boquete fiscal que asfixia al país. Hacienda reportó en 2019 que solo en un año se blanquearon 10 mil millones de pesos* vía huachicoleo, con investigaciones a exservidores y políticos.
En la trama reciente, marinos y aduaneros cobraban mordidas por subdeclarar importaciones, como detalla Yahoo Noticias: “Sobornos y red en aduanas destapan el caso”. Pemex reporta pérdidas de 11 mil 889 millones de pesos* solo en los primeros 7 meses de Sheinbaum por robo de combustible. Y el SAT detectó 194 gasolineras fantasmas en 2019.

El huachicol fiscal: El saqueo invisible que nos roba a mano armada
Rostros en la mira: De Peña Nieto a Sheinbaum, ¿Quiénes son los presuntos responsables?
No hay santos aquí. Bajo Peña Nieto: *Eduardo León Trauwitz, excoordinador de Pemex, preso por orquestar robos con impunidad total –un caso que *PressReader vincula directamente al sexenio priista.
En AMLO: Exfuncionarios “muy cercanos” al tabasqueño aparecen en la lista del PAN por huachicol fiscal, y un video de YouTube lo salpica directamente: “AMLO está furioso, Harfuch lo pone en la lista negra”. El CJNG metió mano, según Sonora Presente.

El huachicol fiscal: El saqueo invisible que nos roba a mano armada
Con Sheinbaum: El escándalo explota en 2025 con detenciones de *6 marinos, empresarios y funcionarios de Morena. *El País nombra a Raymundo Pedro Morales como figura clave en el reconocimiento público de la red. Omar García Harfuch, su secretario de Seguridad, está en el ojo del huracán por presuntos lazos. Y un YouTube reciente grita: “¡ESCÁNDALO NACIONAL! Caso huachicol ya salpica a Sheinbaum y pone en jaque a AMLO”.
Basta de Excusas, Es Hora de Limpiar la Casa
Este huachicol fiscal no es solo robo, es traición al pueblo. Peña lo sembró con su reforma fallida, AMLO lo regó con discursos vacíos, y Sheinbaum –que prometió transformación real– ahora lidia con marinos corruptos en su patio. ¿Buena fe en las detenciones? Sí, pero ¿hasta dónde llega el encubrimiento? Torres lo dice: “Es un sistema podrido”. Dresser agregaría: “Sin justicia, México se hunde”.