Este 10 de junio se cumplen 50 años de un episodio oscuro en la historia de México, conocido como “Halconazo”.
Conocida también como Matanza del Jueves de Corpus, el “Halconazo” se denomina a este hecho como referencia al grupo militar o paramilitar al servicio del entonces gobierno del PRI llamado “Los Halcones” y fueron los responsables de reprimir una manifestación estudiantil y causar la muerte o desaparición de por lo menos 120 estudiantes mexicanos.
La manifestación
Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) salieron a marchar como una muestra de apoyo a los estudiantes y académicos de la Universidad Autónoma de Nuevo León, pues el gobierno estatal les había reducido el presupuesto y presionado para aprobar un proyecto que entre otras cosas, mermaba su autonomía.
En la Ciudad de México los alumnos de la UNAM y el IPN (La UAM aún no era fundada) marcharon de la Esca de Santo Tomás con dirección al Zócalo, pero antes de llegar al cruce con la Avenida México Tacuba, también conocida como Riviera de San Cosme, fueron interceptados por un grupo de choque que les atacó, primero con macanas y posteriormente con disparos.
El grupo de choque fue infiltrado entre los manifestantes para provocar disturbios y así justificar el ingreso de los granaderos y la policía a cargo del entonces Departamento del Distrito Federal, además de agentes de otras dependencias, entre ellos militares entrenados por la CIA.
El saldo oficial, pero nunca reconocido por el entonces presidente Luis Echeverría Álvarez, fue de por lo menos 120 estudiantes muertos, decenas de heridos y un número no definido de desaparecidos.
Los expedientes de la masacre fueron archivados por la Dirección Federal de Seguridad (DIFEN) que era un órgano secreto del gobierno. Fue hasta finales de la década de los 90 y principios del año 2000 que se pudieron abrir algunos archivos y así conocer la historia oficial.
También se sabe que la represión contra grupos de la sociedad civil, como sindicatos, maestros y estudiantes, se mantuvo durante toda la década de los setenta en todo el país y las desapariciones de líderes sociales era una actividad ilícita e impune, que realizaba de manera constante el gobierno.
Los años 60 y 70
Tres años antes, apenas el 2 de octubre de 1968, otros cientos de estudiantes habían sido masacrados en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. En éste hecho participó otro grupo policíaco militar conocido como “Batallón Olimpia”, quienes también se encargaron de generar confusión y miedo en una manifestación pacífica.
Las décadas de los 60 y 70 se caracterizaron por ser un parte aguas del pensamiento social, por una parte, pero también por una lucha constante entre los órganos de coerción y represión del estado, empujados por intereses del gobierno estadounidense a través de su embajada en México y de la CIA, que en ese momento mantenía una lucha ideológica y militar con la desaparecida Unión Soviética.
Por lo tanto, para el gobierno de México y sus aliados estadounidenses, todo lo que reflejara cambio o tratara de romper el Statu quo, representaba al bloque soviético y sus ideas socialistas, también mal llamadas comunistas.