Sí está en México, pero ¿dónde?
Ciudad de México.- ¿Está en la cárcel? ¿Está en el hospital? Fueron el par de preguntas que pusieron en jaque al presidente Andrés Manuel López Obrador, al secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño y que también puso en aprietos al mismo Director de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas,
En forma por demás evidente, ni el propio presidente, ni el encargado de la política de seguridad nacional o el funcionario más informado del país supieron responder con certeza este par de interrogantes sobre la ubicación del recién extraditado a México.
En plena transmisión en vivo de la conferencia de prensa, a pregunta de un par de reporteros, López Obrador, Durazo Montaño y Ramírez Cuevas, quedaron en “fuera de lugar” en un tema tan crucial e importante para la impartición de justicia en México.
El presidente dejo la pregunta en voz del secretario Durazo diera la respuesta, quien de manera improvisada y por demás titubeante, no atinó a salir del paso al cuestionamiento de la prensa y de manera nerviosa sólo revisó apresuradamente su teléfono móvil para confirmar sin convicción que llegó al Reclusorio Norte y después fue trasladado a un hospital privado.
Después terció en el asunto, el director de Comunicación Social de la Presidencia, quien con celular en mano ratificó lo dicho por el funcionario federal, para después cerrar el caso el mismo López Obrador quien dijo que será el Fiscal Alejandro Gertz Manero, quien informe de manera detallada sobre el seguimiento del caso Lozoya.