Ernesto Madrid
Luego del reportaje de ProPublica, firmado por Tim Golden (ex The New York Times y premio Pulitzer) que enriqueció Anabel Hernández en el portal de Deutsche Welle (DW) que acusa a el presidente Andrés Manuel López Obrador de haber sido financiado por el Cártel de Sinaloa en su campaña de 2006, este desmintió y rechazó la publicación.
Como suele suceder, cuando salen acusaciones documentadas en contra del presidente de México, López Obrador señaló que “no hay ninguna prueba, son unos viles calumniadores. ¿Dónde estás las pruebas?” de las que Golden se basa en más de una docena de entrevistas con funcionarios estadounidenses y mexicanos y documentos gubernamentales revisados por ProPublica.
En estas, expone que el dinero se entregó a asesores de campaña en 2006 a cambio de la promesa de que una administración de López Obrador facilitaría las operaciones criminales de los traficantes, en dónde destaca que Roberto López Nájera, la fuente de la DEA, afirmó que se convirtió en uno de los brazos derechos de Edgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie” y declaró que “La Barbie” les dio a miembros de la campaña de Andrés Manuel López Obrador alrededor de 2 millones en efectivo.
¿QUÉ DICE EU?
En el contexto, cabe recordar que el exfiscal general de los estados Unidos William Pelham Barr en tiempos de Donald Trump y antes de ser sucedido por Merrick Garland en diciembre de 2020 señaló que en dos ocasiones estuvo en la Ciudad de México “para ver si podíamos endurecer la columna vertebral de este presidente -López Obrador- que cree en los abrazos y no en las balas y está perdiendo el control del país en mi opinión”.
Barr destacó en ese momento que “los cárteles tienen decena de miles de millones de dólares a su disposición, pueden corromper a quién quieran ahí, y tienen ejércitos, literalmente, ejércitos que son cada vez más paramilitares, vestidos como militares y vehículos blindados”.
Y recordó que “cuando intentamos arrestar al hijo del Chapo aparecieron con 700 tropas paramilitares con metralletas calibre 50 montadas en la caja de camionetas. Y el ejército mexicano se retiró. Lo que siempre me ha preocupado es que el gobierno de México vaya a compartir la soberanía con los cárteles y llegar a un modus vivendi con ellos. Nosotros no tenemos nada de control sobre ese territorio y ahora ya perdimos control de la frontera”, advirtió el exfiscal estadounidense.
Pero López Obrador dijo que “es completamente falso, es una calumnia” lo publicado por Tim Golden ya que “están desde luego molestos y lamentablemente la prensa, no solo en México, sino en el mundo, está subordinada al poder”, pero aclaró que no tienen pruebas, como ocurre cada vez que se documentan casos de corrupción en su gobierno.
Lo cierto del caso es que el periodista estadounidense dijo que la investigación de la DEA no determinó de manera concluyente si López Obrador había aprobado las supuestas donaciones de los narcotraficantes, ni siquiera si sabía de ellas.
¿QUIÉNES Y CÓMO?
No obstante, Golden, en las pruebas expone que el dinero se entregó a asesores de campaña en 2006 a cambio de la promesa de que una administración de López Obrador facilitaría las operaciones criminales de los traficantes, pero perdió por un margen muy estrecho, -luego de recibir entre 2 y 4 millones de dólares- en contra de Felipe Calderón quién combatió al crimen organizado, pero que también, destaca la investigación, recibió dinero del Cártel de Sinaloa que recibió protección por parte de diferentes autoridades, principalmente el Secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna.
Mientras que Anabel Hernández destaca que el principal responsable de hacer las negociaciones fue el narcotraficante Edgar Valdez Villarrealo alias “La Barbie” uno de los principales socios de Arturo Beltrán Leyva. Roberto Acosta Islas alias “El R”, uno de los lugartenientes de “El Barbas” y encargado financiero. Y Roberto López Nájera, operador de los Beltrán Leyva, responsable del pago de sobornos del cartel a autoridades en México.
Entre “los responsables de recibir el dinero y canalizarlo a la campaña fueron dos personas muy cercanas al presidente: Nicolás Mollinedo, mejor conocido como Nico, quien era entonces el inseparable chofer AMLO” y que el tabasqueños que trabajo cera de López Obrador desde el año 2000 hasta el 2014 saltó a la fama por ser el conductor del Tsuru blanco en el que López Obrador siempre se transportaba cuando fue jefe de gobierno de la CDMX.
Lo interesante del caso es que el gobierno federal, construye la estación Tulum al lado del parque turístico propiedad de la familia Mollinedo Portilla y administrado por los hijos de “Nico”: Nicolás, Samuel e Isaac René un terreno de 64 de 64 hectáreas que compró su hijo mayor en octubre de 2018, dos meses después de que el presidente anunciará la construcción del Tren Maya y que reveló Latinus en septiembre de 2023.