Washington, Estados Unidos.- En medio de un acercamiento sin precedentes entre el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el presidente electo Donald Trump, el Departamento de Justicia de Estados Unidos decidió desestimar definitivamente los cargos contra los últimos acusados de alto perfil del escándalo “FIFA Gate”.
El martes 9 de diciembre, la Fiscalía de nueva York presentó una moción para cerrar el caso, sin posibilidad de volver a juzgar, contra Hernán López, exejecutivo de Fox Sports, y la empresa argentina de marketing deportivo Full Play Group. Ambos habían sido acusados de orquestar esquemas de sobornos millonarios a dirigentes de la CONMEBOL para asegurar derechos de transmisión de torneos como la Copa Libertadores y la Copa América.
Aunque un jurado los encontró culpables inicialmente y un tribunal de apelaciones restableció sus condenas apenas en julio de 2025, la Fiscalía decidió no continuar la batalla legal, unos días después de que Trump recibiera de manos de Infantino el Premio FIFA de la Paz.
Desestima EU cargos contra acusados de alto perfil del FIFA Gate
Para justificar su retirada, los fiscales citaron un cambio en la jurisprudencia de la Corte Suprema derivado de los fallos en los casos Ciminelli y Percoco, emitidos en mayo de 2023. En ambos, la Corte dictaminó que la teoría de fraude por “ocultar información valiosa” y la de “servicios honestos” no pueden aplicarse de forma tan amplia si no existe un robo de propiedad tangible tradicional.
Sin embargo, el momento en que el Departamento de Justicia, bajo la nueva administración Trump, optó por desistir del caso ha generado suspicacias. La decisión revierte una victoria judicial reciente y ocurre en un contexto conveniente, al permitir a Infantino declarar que la corrupción en la FIFA es “cosa del pasado” y facilita a Donald Trump presentar una imagen limpia para el gran negocio que será la Copa del Mundo 2026.
El cierre del caso debilita las posibilidades de extraditar a los “peces gordos” que nunca pisaron una cárcel estadounidense, como Jack Warner, exvicepresidente de la FIFA, y Ricardo Teixeira, expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol. Ambos son acusados de recibir sobornos masivos que, en un cálculo conservador, podrían sumar más de 50 millones de dólares entre los dos, como parte de esquemas que movieron cientos de millones en el fútbol sudamericano.
