Ernesto Madrid
Mientras el canciller Marcelo Ebrard explicó que el máximo de migrantes por día que recibe México son mil y esta cifra se respetará pues es lo que se acordó desde un principio, la realidad de lo que también se acordó, aunque no se reconozca es que México enviaría a la Guardia Nacional a la frontera con Guatemala para evitar la entrada de más migrantes.
Al menos así quedo establecido cuando el presidente López Obrador dijo en la mañanera del jueves que “no lo acordamos”, fue una decisión autónoma. “Nosotros tomamos la decisión… ayudar en todo para que no haya caos y mucho menos violencia en la frontera”.
En el fondo, el presidente Joe Biden ya tenía previsto el ‘caos’ que generaría la cancelación del Título 42 que impuso Donald Trump a cambio de que México pusiera a la Guardia Nacional a su servicio, con base en aquel ‘se dobló’ del mandatario México, como ahora con el Título 8, que significa deportaciones y penas criminales a indocumentados.
Pero el canciller Ebrard dijo que “el flujo va bajando, -de migrantes que quieren entrar al sueño americano- el día de hoy, cuando menos a esta hora” y que Estados Unidos está cumpliendo con la parte del trato que era ofrecer 360.000 permisos para estancias legales a los migrantes que sí han cumplido con documentos para no entrar a EU de manera ilegal.
Pero en el contexto, resulta curioso que sea el canciller el que se presentó en la mañanera a hablar sobre migración, mientras el secretario de Gobernación, Adán Augusto, quien, en documentos, es el responsable de la migración en México, aguardaba sentado.
Incluso Ebrard, también dio a conocer un breve reporte del Instituto Nacional de Migración (INM), que depende de la Secretaría de Gobernación, en el que se señaló que hay un “descenso en los flujos observados en los últimos días”.
La realidad del asunto es que el Título 8 no pone en espera a los migrantes, como el Título 42, sino que los deporta y les abre una ficha que les impide volver a solicitar asilo a Estados Unidos en cinco años, y que, si reinciden, se les procesará criminalmente, pero mientras se quedan en México.
Lo curios del caso es que no es lo mismo, pero es igual ya que además es la primera vez en la historia de México que se acepta deportados de nacionalidades que no son mexicanas.
En el contexto, el Partido Acción Nacional, crítico al gobierno de Morena por su manejo de la crisis humanitaria de migrantes en México, en donde señala que la suspensión de 33 instancias migratorias por parte del INM que coincide con la entrada del Título 8 en los Estados Unidos evidencia la falta de compromiso y negligencia de Morena en la protección de los derechos humanos de los migrantes.