Luis Ayala Ramos
Nezahualcóyotl, Estado de México.- Militantes del PRI de Nezahualcóyotl denunciaron una nueva imposición en la designación de la dirigencia municipal, pese a que habían logrado construir una fórmula de unidad tras semanas de reuniones, consensos y acuerdos entre los aspirantes. El malestar se detonó luego de que el Comité Directivo Estatal (CDE) avaló una planilla distinta a la que la militancia había respaldado mediante firmas y compromisos públicos.
Priistas que participaron en el proceso recordaron que, después de la salida de Coralia Villegas, se consultó a quienes habían competido en la elección pasada si deseaban contender internamente por la presidencia del Comité Municipal. Solo Neri García y Pablo Pinzón aceptaron participar; Antonio Méndez, excandidato a la alcaldía, declinó en ese momento. Con ese escenario, los aspirantes presentaron sus proyectos ante la militancia en un ejercicio que buscaba garantizar transparencia y acuerdos.
Aunque inicialmente no hubo consenso, se convocó a los cinco interesados a una reunión de varias horas para alcanzar una decisión conjunta. El resultado fue contundente: todos salieron apoyando la fórmula integrada por Neri García e Irma Martínez. Para la militancia, este acuerdo era la mejor muestra de unidad interna. Sin embargo, el compromiso se diluyó cuando el CDE emitió su dictamen final.
Pese a que la fórmula de García y Martínez había entregado su registro “en tiempo y forma”, el día del cierre apareció otra planilla encabezada por Antonio Méndez y Ana Luisa Pérez, quien ni siquiera reside en Nezahualcóyotl. Lo que para muchos era un proceso interno legítimo terminó convertido, nuevamente, en una operación política del Comité Estatal que rompió con la palabra empeñada por su dirigencia.
Militantes señalaron directamente a Cristina Ruiz Sandoval, presidenta del PRI mexiquense, de incumplir su promesa de no intervenir en la elección interna de los comités municipales. Recordaron que, en múltiples reuniones, Ruiz aseguró que “la militancia decidiría” y que ella no impondría candidatos. Hoy, acusan, esas palabras se las llevó el viento.
Crisis interna en el PRI de Nezahualcóyotl por imposición de dirigencia
A la inconformidad se sumó el hecho de que, al cierre de registros, se hablaba ya de cuatro planillas inscritas, pese a que se presumía un acuerdo previo. Sin embargo, el CDE celebró públicamente la existencia de “unidad” en el proceso, lo que para la militancia resultó una contradicción frente a los hechos y las decisiones tomadas desde Toluca.
Priistas de Nezahualcóyotl denunciaron además que un operador estatal, identificado como José Luis Cisneros, auxiliar en la Secretaría de Organización, comenzó a llamar a actores políticos locales para invitarlos a la toma de protesta de los “nuevos presidentes de unidad” el próximo 6 de diciembre, dando por hecho un proceso que —afirman— nunca respetó la voluntad de la base.
A esta fractura interna se suma un reclamo histórico: en toda la gestión de Cristina Ruiz en el PRI estatal no se ha entregado recurso alguno a los comités municipales, a pesar de que el Instituto Nacional Electoral transfiere recursos para su operación. Esto ha provocado que más de la mitad de los comités en el Estado de México permanezcan cerrados o sin actividad. La pregunta que ronda entre la militancia es directa: ¿dónde está ese dinero?
Priistas locales advierten que la dirigencia estatal apuesta por figuras con capacidad económica para sostener al partido, pero sin representatividad territorial. En el caso de Antonio Méndez —quien ahora aparece como candidato impuesto— cuestionan que su eventual llegada responda más a intereses personales de la dirigencia que a las necesidades reales del municipio.
En el fondo, señalan que el PRI mexiquense atraviesa una de sus peores crisis por prácticas que se creían superadas: imposiciones, falta de transparencia, ausencia de democracia interna y decisiones centralizadas que han debilitado al partido elección tras elección. Para muchos, es la confirmación del rumor que circuló durante meses: el supuesto acuerdo entre Alejandro Moreno y el gobierno federal para dejar morir al PRI.
La falta de actualización en la página oficial del PRI Edomex desde julio de 2025, la opacidad en el manejo de recursos y el abandono de las estructuras municipales son, para la militancia, el reflejo de una organización que se alejó de sus bases. En Nezahualcóyotl, el último bastión urbano de peso, lo ocurrido se interpreta como el golpe más duro de los últimos años.
Mientras el CDE presume unidad, en la base priista crece la certeza de que la decisión final nunca estuvo en manos de la militancia, sino en la de una dirigencia estatal que —afirman— sigue aplicando los mismos vicios que llevaron al tricolor a su crisis actual.
