Ernesto Madrid
Con un tono de esperanza, el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas dijo que “en caso de que no se logre el hallazgo en este gobierno, -se van a- dar las garantías para que continúe la búsqueda” el próximo sexenio porque “es darle tranquilidad y certeza a las madres y padres de familia que se va a hacer todo lo posible por encontrarlos.
Al presentar el segundo informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia (CoVAJ) sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el funcionario encargado del caso determinó que no existe evidencia de algún vínculo entre los 43 estudiantes con integrantes de Guerreros Unidos o cualquier otro grupo criminal que operara en la región en ese momento.
Entre las conclusiones dijo que los estudiantes fueron entregados a Guerreros Unidos para su desaparición y ejecución y se está trabajado para procesar 498 restos encontrados entre 2014 y 2023, de cuyo análisis de restos se ha logrado la identificación de 47 personas que han sido retornadas a sus familias; ninguno corresponde a los 43 de Ayotzinapa, “nos falta encontrar a 40 normalistas, la prioridad es continuar con las labores de la búsqueda”.
Asimismo las autoridades ubicaron diez momentos clave el 26 de septiembre de 2014 desde la salida de los estudiantes de Ayotzinapa hasta su desaparición y los momentos a los días posteriores, en una ‘verdad histórica’ que presentó el exprocurador general de la República, Jesús Murillo Karam, construida por el gobierno federal, elaborada en Juntas de Autoridades en la extinta Residencia Oficial de Los Pinos y en el 27 Batallón de Infantería.
Dichas Juntas de Autoridades estuvieron integradas por el expresidente Enrique Peña Nieto y los exsecretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; Sedena, Salvador Cienfuegos Zepeda; Marina, Vidal Francisco Soberón; el extitular de la PGR, Jesús Murillo Karam, entre otros, responsables de conducir la investigación en el sexenio pasado de acuerdo a lo que a Encinas le reveló Tomás Zerón a través de una entrevista de cien preguntas enviadas por su abogado, que por cierto ya libro un amparo para que no sea llamado ‘torturador’ o autor de la ‘verdad histórica’.
Lo controvertido del caso es que en la administración de López Obrador y de acuerdo con Quinto Elemento en una entrevista al exfiscal encargado del caso, Omar Gómez Trejo reveló que, antes de presentar el caso, AMLO, Encinas, el fiscal general de la República Alejandro Gertz Manero y Arturo Zaldívar, se reunieron.
En el encuentro en el mes de agosto dijo que todos se pondrían de acuerdo para dar luz verde a una serie de acciones que haría ‘volar’ la investigación del caso Ayotzinapa y que también provocaría su renuncia ya que días después, Gertz Manero le comunicó una ‘decisión de estado’, que hizo posible agilizar órdenes de aprehensión contra 16 militares y que en 24 horas se armara la carpeta de investigación para judicializar a Jesús Murillo Karam por lo que Gómez Trejo viajó a Israel a atender un asunto relacionado también con los 43 desaparecidos y gestionar y platicar con las autoridades los cargos contra Tomás Zerón para detenerlo y regresarlo a México.
Sólo que a su regreso ya se habían ordenado una auditoría se detuvo las órdenes de aprehensión a militares porque se excedió en el número de elementos, que ya no podía investigar, se le hizo a un lado y se le sugirió denuncias a las irregularidades, es decir que el propio gobierno dinamito la investigación y AMLO justificó su salida en septiembre de 2022 al señalar que dejaba el cargo por diferencias en ‘los procedimientos para aprobar las ordenes de aprehensión’.
Lo cierto es que Obrador uso el caso Ayotzinapa el Ayotzinapa para pavimentar su camino a Palacio Nacional. Usó a los jóvenes desaparecidos y usó el dolor de sus padres en contra del régimen de Peña Nieto y ahora se justifica al señalar que no es culpar por culpar.