Ernesto Madrid
El mercado interno al que le apuesta el presidente Andrés Manuel López Obrador para conseguir el crecimiento de 3% este 2023 se anticipa débil de acuerdo con los especialistas ya que anticipan que la inversión se desaceleré hasta 1.8% en 2023 desde 6.0% en 2022; las altas tasas de interés, la inversión pública insuficiente y la poca confianza para invertir por parte del sector privado, son algunos de los elementos que inhibirían la inversión durante el presente año advierten.
En su análisis de denominado Indicadores Regionales de Actividad Económica 2023, Citibanamex anticipan que el consumo privado atempere su crecimiento a 2.9% en 2023, desde 6.1% previo ya que su impulso se vería afectado por la paulatina baja de los ingresos de los hogares, el menor aumento del empleo –el formal lo pronostican en 3.8% desde 4.3% en 2022–, además de la desaceleración en el flujo de remesas, con un incremento de 5.9% en dólares en comparación con el 13.4% de 2022.
Adicional a esto estiman que el crédito al sector privado modere su crecimiento, a 3.3% en comparación con el 4.9% anterior, en un entorno de altas tasas de interés por lo que los impactos de la desaceleración económica serán diversos entre entidades federativas como en las diversas regiones de Latinoamérica en dónde prevén un crecimiento de sólo el 0.8%.
En el caso de nuestro país, México consideran un crecimiento del PIB de 1.9% desde el 3.1% de 2022 que si bien, “la actividad económica ha mostrado resiliencia, principalmente en la demanda interna, ya se observan signos de debilidad en algunos indicadores. Dentro del motor de crecimiento externo prevemos que las exportaciones crezcan 3.4% en 2023 desde 7.5% en 2022, en un entorno de menor demanda externa, principalmente por parte de los EUA”, precisa el documento.
En paralelo señala el documento que a esto se suman los problemas bancarios en EUA y Europa, no obstante, conforme han avanzado los meses, se comienzan a observar mayores controles de la inflación y expectativas de que algunos bancos centrales culminen los ciclos alcistas próximamente, además de disminuciones en el estrés bancario.
Sin embargo, señala que los impactos de la desaceleración económica serán diversos entre entidades federativas, por ejemplo cita que las estimaciones de las entidades con la alta vocación turística podrían situarse entre las de mayor crecimiento, en parte por la recuperación de sector turístico, después de un lapso prolongado de confinamiento que habría obligado a las familias a posponer planes, además que, aunque con tendencia a desacelerarse, el empleo y los salarios continuarían creciendo, ello aunado al flujo de turistas extranjeros que decidan visitar el país.
Las entidades del norte y algunos estados del bajío, precisa el documento que podrían mostrar una desaceleración importante en su producción industrial –en el sector manufacturero– ante la menor demanda externa, lo que las llevaría a moderar su crecimiento. No obstante, el proceso de relocalización de algunas industrias (nearshoring) podría compensarlo, con lo que los efectos de una inicial ralentización productiva pudieran ser menores. Por su parte, para las entidades receptoras de recursos públicos, destinados a la construcción de proyectos insignia de esta administración, podrían alcanzar mayores crecimientos durante el presente año.
En términos de crecimiento, Citibanamex estima que el PIB global aumente 2.4% desde 3.0% en 2022, considerando que las economías industrializadas crezcan 1.2%, ante una desaceleración en EUA, donde el PIB estimado es de 1.5% desde 2.1% en 2022. Situación que se reproduciría en Europa, con una previsión de crecimiento de 1.1% en 2023 desde 3.5% del año anterior mientras que para las economías emergentes esperan un incremento del PIB de 3.8% en 2023, liderado por China con 6.1% y la India con 5.7%.