Ernesto Madrid
Dos de los grandes retos que tendrá que enfrentar quién gane la próxima presidencia de la República, serán la corrupción y la pobreza que, de acuerdo Organismos nacionales e internacionales calculan que, como producto de la pandemia, entre 9 y 12 millones mexicanos y mexicanas en el país caerán en la pobreza mientras que las investigaciones por corrupción han aumentado ya que entre 2015 y 2022, se levantaron 144 mil 747 denuncias de acuerdo con datos del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
De este último punto hay que aclara que de acuerdo con el organismo en 2015, se realizaron menos investigaciones por este tipo de crímenes: apenas, 11 mil 821 en todo el país; en tanto que, en 2020, se efectuó el mayor número: 21 mil 883.
Lo delicado del caso es que en el periodo estudiado por el CIDE -2015-2020- la Ciudad de México es la que registra el mayor número de investigaciones con 36 mil 473 investigaciones, le sigue el Estado de México (27 mil 313) y Nuevo León (16 mil 473) encabezados por tres partidos de distintos colores.
Lo lamentable es que hay entidades en las que no se han abierto carpetas de investigación por este delito o se han abierto muy pocas: es decir, no se presentó ningún delito cometido por autoridades, no se denunció ninguno o bien, las autoridades decidieron definitivamente no investigarlo. Estas entidades son Tlaxcala (0), Querétaro (cinco) y Yucatán (78).
¿Y LA POBREZA?
Estudio como el de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y BBVA advierten que entre 10 y 12 millones de personas podrían caer en pobreza, incluso extrema.
El informe del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED), de la UNAM, señala que esto es debió a factores como la pérdida de empleos y de los consiguientes ingresos, debido a las medidas de distanciamiento social, que detuvieron a la economía.
“Considerando la peor situación, el volumen de pobres extremos por ingreso habría alcanzado en mayo de 2020 la cantidad de 38 millones de personas, esto es 16 millones más que en febrero del mismo año (22 millones)”, señala el estudio.
La cifra es más alta que la reportada en un estudio por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que señaló que, con la crisis, hasta 10,7 millones de personas caerán en la pobreza extrema por ingresos en México.
Tomando en cuenta la metodología del Coneval, el organismo que mide la pobreza en México, y las estimaciones del Producto Interior Bruto (PIB) para 2020, el banco BBVA México calculó que la crisis sanitaria en este país dejaría unos 12,3 millones de personas en pobreza extrema.
Lo anterior se añadirían a la ya de por si preocupante cifra de 61.1 millones de pobres por ingresos (48% de la población total) que según Coneval (2018) no pueden adquirir siquiera la canasta alimentaria, ni bienes y servicios básicos.
Por lo anterior la frase que posiciono este gobierno de ‘primero los pobres’ quedaría rebasada ya que la situación por la que atraviesa el país requiere algo más, que los solos programas del Bienestar.
Por citar un ejemplo, la única nueva medida ante la crisis del COVID-19 que implemento el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido la de ofrecer 2 millones de créditos a la palabra a pequeñas empresas y negocios informales cada uno por 25,000 pesos. Este apoyo no tendría costo fiscal pues es un crédito pagadero en un plazo de tres años y con tasa de interés del 6% pero ante la magnitud de la crisis la medida resulta francamente insuficiente.
Lo anterior poque a partir del estudio ‘Magnitud del Impacto social del COVID-19 en México y alternativas para amortiguarlo’ publicado por el Centro de Estudios Educativos y Sociales (CEES) se calcula que, en caso de que todos los créditos fueran aprobados y entregados, en el lapso de los siguientes 6 meses su impacto sería insignificante: solamente impedirían que 130 mil o el 1% de los 12 millones de pobres adicionales que se esperan, caigan en esa situación, es decir, apnea una gota en el océano.