• Con la desaparición del INAI se pierde la única institución capaz de obligar al gobierno a entregar información
Ernesto Madrid
Mientras el gobierno de México está más preocupado por buscar culpas a los Estados Unidos por la magnitud del crecimiento del Crimen Organizado en México, a lo que Donald Trump dijo que los cárteles tienen el control en nuestro país y que el Gobierno está “petrificado” por ellos, el fiscal Alejandro Gertz Manero acuso al país vecino que existe una “conspiración” en contra ‘nuestra’ para dejar entrar armas.
Pero que hay de la corrupción que, si requiere de un desarme integral ya que, con las políticas que ha emprendido la presidenta Claudia Sheinbaum parece que todo va en sentido contrario, con la reforma al régimen político, que parte de febrero de hace un año, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó un paquete de iniciativas para reformar diversos artículos de la Constitución.
En los primeros cien días de este gobierno, lo que se ha visto es la colonización de los organismos autónomos que deberían vigilar al poder, destruyendo los que no pudo cooptar porque desaparece al INAI para administrar desde el régimen la transparencia y el acceso a la información, en donde, no sólo se perderá, sino que con la destrucción de la Plataforma Nacional de Transparencia desaparecerá una cantidad de información 40 veces más grande que el Archivo General de la Nación de acuerdo con datos de México Evalúa.
Además, despiden a todos los ministros de la Suprema Corte para que entre una nueva camada de ministros gobiernistas fruto de una elección amañada en la que el régimen tiene el control de las inscripciones, el control de la organización, y con ello, el control del resultado, por lo que podrán hacer lo quieran, sin que nadie los acuse, nadie los presiones y nadie, ni siquiera la sociedad, que tienen distraída con los programas del Bienestar, los moleste.
Pero ahora, lo que más urge, es poder contener ‘la maleta’ de amenazas que abrirá el presidente Trump el próximo 20 de enero, cuando tome posesión de la presidencia, por eso, el fiscal Gertz Manero, denunció que existe una “conspiración” en Estados Unidos tras un informe del Departamento de Justicia que “reconoce” que entran 200 mil armas anuales a México, donde tres cuartas partes provienen de ese país.
“Es toda una especie de conspiración para que puedan entrar en México esa cantidad de armas, esto es un asunto realmente muy muy grave, y eso también nos indica que debemos tener una relación positiva con los Estados Unidos para poder contener este problema”, declaró el fiscal.
En paralelo, se pone en marcha el programa “Sí al Desarme, Sí a la Paz” que inicio este viernes, en la explanada de la Basílica de Guadalupe, que busca retirar las armas de la población civil, ya sea que las hayan adquirido de manera legal o ilegal, para disminuir los delitos de alto impacto asociados a las armas de fuego y que de 2019 a la fecha, cuando se inició, se han recibido 6 mil 546 armas, pero la realidad es que gran parte del problema, está en la corrupción que el gobierno de México no quieren desarmar y que esta asociado a los nexos que analistas y autoridades de Estados Unidos han señalado que es el problema de fondo por lo que ha crecido no solo el crimen organizado de nuestro país a nivel mundial sino la elaboración de opiáceos como el fentanilo que está matando a un número importante de estadounidenses.
Lo cierto, es que no se ve interés en acabar con el desarme a la corrupción pese a que el expresidente López Obrador dijo en su último informe de gobierno que se había “cortado de tajo en el Poder Ejecutivo” un discurso de autocomplacencia ya que los casos de corrupción persisten, tanto en su gobierno como en la esfera pública que se siguen acumulando y los mecanismo y redes no sólo se han perpetuado, sino que han adquirido nuevos rostros y beneficiarios, en donde muchos, se quedaron en el segundo piso de la cuarta transformación.
@JErnestoMadrid