Con ella buscan hacer rodar 800 cabezas sin importar que los jueces y magistrados sean profesionistas de excelencia. Es la demolición de la división de poderes.
La división de poderes es un requisito para hablar de Estado de Derecho. Mañana, violando la ley, la Constitución y las suspensiones del Poder Judicial los traidores de la democracia se darán un festín.
La bacanal de autoritarismo que vamos a presenciar será condenada en unos años en los tribunales internacionales y será recordada en los libros de historia del México que vendrá en unos años, cuando se recupere la democracia, como una jornada ignominiosa.