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Por Erika Solorio
El trabajo infantil es una violación a los derechos humanos de las niñas y los niños, los priva de su infancia, educación, desarrollo físico y mental adecuado; urge sensibilizar y generar conciencia sobre la explotación laboral a nivel mundial.
“En la actualidad, 160 millones de niños siguen trabajando. Es decir, casi uno de cada diez niños en todo el mundo”, (ONU, 2024).
12 de junio, Día Mundial contra el Trabajo Infantil: el problema es verdaderamente grave, es responsabilidad de los gobiernos, la sociedad civil, las organizaciones internacionales y las empresas trabajar juntos para erradicar el trabajo infantil y garantizar que se respeten y protejan los derechos de todos los niños.
Los niños y las niñas que viven en las calles son una población especialmente vulnerable, se ven obligados a recurrir al trabajo infantil como una forma de sobrevivir. Enfrentan una serie de desafíos, como la falta de acceso a alimentos, refugio, atención médica y educación.
El trabajo infantil en las calles puede perpetuar el ciclo de la pobreza y limita las oportunidades de los niños y las niñas, para salir de la situación de calle en la que se encuentran.
Es crucial abordar las causas profundas del trabajo infantil, incluida la pobreza, la falta de acceso a servicios básicos y el abandono familiar.
¡Se necesita un enfoque integral para la elaboración de políticas públicas que los niños demandan!
Según la Declaración Universal de Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948 y la Convención sobre los Derechos del Niño, todos los niños tienen derecho a la protección contra la explotación laboral y a una educación básica.
“El 10 de diciembre siempre ha sido un día de celebración y reflexión. Sin duda, debe celebrarse que, en un mundo devastado por la guerra, los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre de 1948, tuvieran el valor de imaginar un mundo libre de miedo y miseria para todos”, (ONU, 2021).
Los años han pasado y muchos acuerdos suscritos por diversas naciones han quedado en buenas intenciones.
Forzar a los niños a trabajar largas horas en condiciones peligrosas, privarlos de una educación adecuada y exponerlos a la explotación y abuso, es injustificable. Es un obstáculo significativo para el desarrollo humano sostenible.
Las Naciones Unidas informan que “con la adopción de la Meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la comunidad internacional se comprometió a eliminar el trabajo infantil en todas sus formas para 2025”.
Así es, para el próximo año 2025. ¿Qué hemos hecho durante las últimas tres o cuatro décadas? Hay que ponerle fin al trabajo infantil.