Por Erika Solorio
Lamentablemente durante los últimos meses he leído en los medios de comunicación nacionales e internacionales, sobre menores de edad que han agredido a sus familiares y amigos.
Resulta extremadamente delicado y complejo abordar este tema que nos compete a todas y todos, pero no podemos ni debemos quedarnos con los brazos cruzados. Es necesario abordar el tema con todo respeto.
Existen un sinfín de investigaciones a nivel mundial elaboradas desde hace varias décadas, en donde se encuentran diversas recomendaciones para la elaboración e implementación de políticas públicas. ¡Existen!
14 de diciembre de 1990. Se dio a conocer el instrumento universal. Directrices de las Naciones Unidas para la prevención de la delincuencia juvenil (Directrices de Riad). Sí, hace 33 años.
“Principios fundamentales. 1. La prevención de la delincuencia juvenil es parte esencial de la prevención del delito en la sociedad. Si los jóvenes se dedican a actividades lícitas y socialmente útiles, se orientan hacia la sociedad y enfocan la vida con criterio humanista, pueden adquirir actitudes no criminógenas”.
Políticas públicas para menores de edad – Opinión
“2. Para poder prevenir eficazmente la delincuencia juvenil es necesario que toda la sociedad procure un desarrollo armonioso de los adolescentes, y respete y cultive su personalidad a partir de la primera infancia”, (ACNUDH 1996-2024).
Es esencial que tomemos conciencia para evitar que se comentan más delitos, trabajar en la prevención desde un enfoque de derechos humanos siempre será prioritario.
La sociedad en general tiene que actuar. Las familias son de suma importancia en este proceso. Teniendo las herramientas necesarias: leyes y políticas públicas, se podría avanzar significativamente.
Las Naciones Unidas han establecido directrices y principios fundamentales para la prevención de la delincuencia juvenil, con un enfoque preventivo, a través de medidas y políticas que aborden las causas subyacentes de la delincuencia, como la pobreza, la exclusión social, la falta de oportunidades educativas y laborales, entre otras.
Además, sería de suma importancia involucrar a las y los jóvenes en la planificación, implementación y evaluación de programas y políticas públicas, reconociendo su voz y perspectivas en la toma de decisiones. Sin olvidarnos de los derechos humanos.
La conducta criminal es definida como la violación de la ley criminal, por lo que un acto solo es considerado criminal si se viola una regla ya establecida; es claro que la definición de leyes dependerá, entonces, de lo que dicha sociedad establezca como ilegal, lo cual puede variar entre regiones y países, (Rodríguez, E., 2022). Los criminales, no nacieron criminales.
La película: “Escritores de la libertad” vista por miles y miles de personas, es un referente de lo que podríamos poner en práctica en diversos sitios, escenarios, contextos, en nuestra vida diaria, urge escuchar las demandas de los menores de edad que buscan una mejor historia de vida; nos corresponde: por el bien común.
