Ernesto Madrid
Lo curioso del caso es que en la encuesta de la consultora “Gabinete de Comunicación Estratégica” denominada los símbolos patrios y la mexicanidad en el marco de las fiestas del 15 y 16 de septiembre aparece el presidente Andrés Manuel López Obrador con un porcentaje del 28.2% y, en segundo lugar, Xóchitl Gálvez con solo el 5.3%, pero de la aspirante morenista Claudia Sheinbaum ni figura.
Lo anterior, en medio de los dimes y diretes que se ha desatado entre las dos aspirantes a la presidencia de la República, la candidata del Frente Amplio ubicada con raíces indígenas que señaló que la idea de demoler su casa por presuntos actos de corrupción salió del equipo de Claudia Sheinbaum, la científica con doctorado, esos estudios que criticaba López Obrador y exjefa de gobierno de la capital, quién aseguró que ella está a favor de hacer casas, no de demolerlas y que la casa que le preocupa y ocupa es la casa de todos y todas.
Por supuesto, fue una postura alineada a las declaraciones del presidente López Obrador quién reprobó la propuesta hecha por integrantes de su partido para demoler la propiedad, aunque aclaró que respalda las denuncias sobre corrupción inmobiliaria, lo mismo que hizo Sheinbaum en su cuenta de X “yo estoy a favor de hacer casas, no de demolerlas, como hice en la Ciudad de México. También estoy a favor de denunciar la corrupción inmobiliaria, como hice en la Ciudad de México”.
Esto se da en el preámbulo del Grito de Independencia y el Desfile Militar en la ceremonia conmemorativa por el 176 aniversario de la gesta heroica de los Niños Héroes de Chapultepec, en donde el propio presidente de la República dijo que no están invitados los representantes del Poder Legislativo y del Poder Judicial de la Federación (PJF), que por protocolo y en aras de la democracia, siempre ha sido así, pero por ley o reglamento el Presidente de la República no está obligado a invitarlos y será, como se ha dicho, una fiesta sólo para los integrantes de su ‘transformación’.
La realidad es que, de acuerdo con la encuesta realizada por la consultoría que dirige Liébano Sáenz quién inició su carrera en la administración pública, donde desempeñó funciones estratégicas principalmente con Luis Donaldo Colosio y con el ex Presidente Ernesto Zedillo y Federico Berrueto quién también fue funcionario público en tiempos del llamado neoliberalismo del PRI sí aparece el propio presidente con una ventaja del 28.2%, muy por debajo de Xóchitl Gálvez con un 5.3%; Norma Piña Hernández, la ministra presidenta de la Suprema Corte le sigue con un 2.4%, el actor y aspirante a candidato independiente, Eduardo Verástegui, en quinto lugar el candidato asesinado en 1994, Luis Donaldo Colosio; le sigue la esposa del gobernador de Nuevo León, Mariana Rodríguez y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.
Las preguntas realizadas en la encuesta con una metodología de ciudadanos mayores de 18 años que residen en la República Mexicana y que cuentan con línea telefónica fija en su hogar, con una muestra de 600 casos distribuida de manera proporcional a la lista nominal de las 32 entidades realizada entre el 5 y 11 de septiembre resaltan las siguientes:
¿Ha realizado un buen trabajo?; ¿Ayuda a la gente/trabaja para el pueblo?; ¿Ha transformado el país?; ¿Ha hecho todo lo que no hicieron los otros presidentes?; ¿Es honesto?; Por su personalidad ¿es buena persona? Y, por cómo piensa/propuestas.
Llama la atención que la encuesta aclara que ‘sólo se pregunto a quienes mencionaron que hay algún personaje del que se sientan orgullos en la actualidad’ en dónde la candidata de la transformación, Claudia Sheinbaum, no fue motivo de orgullo y no salió a relucir, entre los encuestados.