Ernesto Madrid
La realidad es que de acuerdo con la postura del Banco de México (Banxico) las tasas de interés seguirán altas, por lo menos hasta el tercer trimestre del año por las preocupaciones que aún prevalecen por las presiones en la inflación subyacente y las relacionadas con las expectativas de que la inflación está disminuyendo, por lo que hablar de recorte a las tasas de interés, aún resulta prematuro.
Para los analistas, al menos de Citibanamex, la guía futura es que la tasa se mantendrá sin cambios durante un periodo prolongado, y la discusión sobre recortes de tasas estará sujeta a la materialización de una trayectoria de inflación sostenidamente a la baja y a una mejoría en el balance de riesgos para la inflación.
La realidad del caso y de acuerdo con lo que refiere tanto Banxico, como los especialistas es que la tasa de política monetaria prevalecerá en nivel altos por lo menos hasta diciembre y en este punto, haría un primer recorte de 25pb para una tasa de política al cierre de 2023 en 11.00%, con riesgos balanceados para la fecha de este movimiento.
Las tasas de interés seguirán altas ¿Cómo afecta a los bolsillos?
¿Qué quiere decir esto?
Primero, que la inflación tradicional, la que todos conocemos, toma en cuenta la evolución de precios a nivel general en un lisado muy amplio que contiene los productos y servicios que, regularmente consumimos. Por el contrario, la inflación subyacente, que no solo es la que toma en cuenta el Banxico para fijar su política monetaria, o lo que es lo mismo, sus tasas de interés, no considera para el cálculo a la energía, (electricidad, gasolina, gas, entre otras) ni a los alimentos no elaborados, es decir, frutas, frutas, verduras, etcétera, aunque sí todo lo demás: alimentos procesados, ropa, restauración, comunicaciones, etc.
Estos últimos, son los que más impactan en el bolsillo de los mexicanos, es decir, son los que más se consumen y se consumen de inmediato, pero son los precios que no se ven en la inflación general, pero sí en la subyacente, es decir, que ambas tienen que ver con la evolución de los precios, pero una a largo y la otra, a corto y mediano plazo.
La subyacente tiene que ver con el tiempo de medición, pero la inflación general se utiliza para comparar la evolución de los precios a largo plazo, es decir, su comportamiento, año tras año mientras que la inflación subyacente permite hacer una medición a corto y medio plazo, comparando un mes o un trimestre con otro, por eso es más importante porque impacta de inmediato a nuestros bolsillos.
¿Qué es lo que sucede en nuestra economía?
En general, ante un aumento en las tasas de interés reales se desincentivan los rubros de gasto en la economía. Por un lado, al aumentar el costo del capital para financiar proyectos, se desincentiva la inversión. Por otro, el aumento en las tasas de interés reales también aumenta el costo de oportunidad del consumo, por lo que éste tiende a disminuir. Ambos elementos inciden sobre la demanda agregada y eventualmente la inflación que se pronostica seguirá al alza hasta el tercer trimestre del año, si algo en el escenario exterior no sucede.
Aunque no todo es malo, si usted tiene un crédito y tiene tasa de interés fija, el alza en este índice no afectará tu bolsillo, sin embargo, si tomas una tasa de interés variable, gastarás una mayor cantidad de dinero, en el entendido que la esta última esta sujeta a los intereses del mercado y aunque parezca contradictorio, lo que se busca, es que las y los mexicanos ahorren más porque el aumento de tasas será menor atractivo comprar con tarjeta de crédito.
