Un voto por Morena es un voto contra México; defendamos democracia
Por: Miguel A. Rocha Valencia
*Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de MegaUrbe
El rechazo al Ganso de Macuspana y sus políticas se generaliza, se nota incluso entre las filas de Morena y el círculo cercano al Mesías. Desertan de la 4T, pero nadie se le suma, ni siquiera por interés político o económico. Por el contrario, la repudian.
Entre quienes se quedan hay diferencias entre quienes aspiran a sucederlo y los que “aguantan vara” en espera de un cambio, obtener algún beneficio o simplemente no perder la chamba. Pero hasta “intelectuales” fieles, hay notables deserciones o al menos aceptación tácita y abierta de su equivocación. Prevalece entre ellos el desengaño: “no es lo que esperábamos”.
Los más decentes como Jaime Cárdenas, Carlos Urzúa, Javier Jiménez Espriú, Víctor Manuel Toledo, Germán Martínez, entre otros, prefirieron irse, pero manifestaron su desacuerdo con la política fracasada, sin futuro de la llamada Cuarta Transformación, que muestra ser de cuarta, pero no transforma, destruye pues prevalece la corrupción, el desorden, destrucción y no ve a un desarrollo futuro sino la entronización del atraso y la miseria.
Y a pesar de todo lo que revelan esas deserciones, hay muchos quienes simpatizan no con la Cuarta sino con su ideólogo, el machuchón de Palacio Nacional, por eso no ven ni razonan lo que sucede en el país y se avientan la puntada de que con “Deer Park se callaron Dos Bocas”, sin observar, que precisamente esa ecuación pone en evidencia el desperdicio de la refinería que se construye a contrapelo financiero, técnico y ambiental en Paraíso, Tabasco.
Una, con todo y deuda, en plena refinación máxima de 360 mil barriles diarios costará dos mil millones de dólares y la de Dos Bocas, tendrá una “inversión” de 10 mil millones de dólares más, es decir, seis veces más cara.
Pero bueno, ese es solo un ejemplo, pues lo único que ven los amlistas es el reparto de dinero fiscal a los “más necesitados” y el incremento en el universo y monto de pensiones que para el año próximo alcanzará los 720 mil millones de pesos, lo cual reflejarán el aumento en pobreza, caída de salarios y falta de empleo. Pero no plantean ningún proyecto productivo real a corto o mediano plazo.
El INEGI dice que en dos años aumentaron 10 millones más los pobres, lo cual implica que los cálculos en el cierre de empresas, de las que generan empleo, es cierto y que al menos un millón MiPymes no reabrirán por falta de apoyos.
Con ello se demuestra que al Profeta tabasqueño no le interesa acabar con las causas del atraso, de la pobreza sino mantener y si es posible incrementar los efectos porque como él dice, la pobreza, la desgracia de los mexicanos le viene anillo al dedo a su proyecto, pues le agradecerán con votos su “generosa contribución” para mantener la miseria, no solucionarla.
Lo mejor desde el punto de vista económico “moral” y teórico sería invertir, apoyar al desarrollo de la producción, especialmente interna, pero esa no es la idea de la Cuarta. Por el contrario, ve en la destrucción de la planta y cadenas productivas su mejor fórmula para aumentar los índices de necesidad para paliarlos con dádivas que como en Cuba, mantenga desocupados y miserables a la mayoría de los mexicanos, pero felices.
Esperemos que aquí no lleguemos a lo que allá donde la prostitución y la mendicidad se institucionalizaron. Si usted visita la Isla, oirá o conocerá a las “jineteras”, le agradecerán que les regale su ropa, hasta calcetines, pero sobre todo “jeans” y desde luego, una buena propina y si es en dólares, mejor.
Pero son “felices”; unos cuantos son más favorecidos: quienes laboran para el régimen y el partido oficial a quienes no sólo se les da la “tarjeta” sino empleos especialmente cercanos al turismo, ya sea de vigías (como los Siervos de la Nación) que todo reportan, o trabajadores en hotelería y restaurantes.
Estamos más cerca de lo que creemos de un régimen de ese tipo donde la asimetría y polarización entre ricos que sólo habrá en el poder y una mayoría de pobres. Mucho se definirá el próximo domingo seis de junio, pero más en los días siguientes.
Porque no se nos olvide que el Ganso de Tepetitán nunca ha aceptado derrotas y como opositor intentó hasta un golpe de Estado y hoy con el poder y los instrumentos de gobierno, incluyendo incondicionales en la Suprema Corte, el TEPJF, el Congreso Federal, las Fuerzas Armadas, pero, sobre todo, la Fiscalía General de la República (su garrote), la UIF (su cuchillo) y desde luego, el SAT (su horca), no reconocerá fácilmente un triunfo opositor.
Se irá con todo contra el INE, institutos electorales locales, políticos opositores de todo rango y nivel, y sin duda la amenaza y chantaje se transformarán en órdenes de aprehensión y encarcelamientos. Aguas la batalla dura será después de los comicios. Al tiempo.
Un voto por Morena es un voto contra México.