Sin duda, el Ganso de Palacio Nacional logró algo bueno: unificar a la oposición
Miguel A. Rocha Valencia
Nunca lo prometió, pero en lo que más se esfuerza el caudillo tabasqueño es en unificar a una fracción amplia de la sociedad y a los partidos de oposición en su contra, incluyendo el reencuentro de quienes se escindieron y regresan al redil con el único fin de equilibrar las fuerzas políticas y restar poder a quien hoy es todopoderoso y autoritario.
Tan preocupado está el mesías tropical de su mejor y tal vez único logro, que es capaz de desafiar, una vez más, las recomendaciones del Instituto Nacional Electoral (INE) para evitar hablar de partidos, elecciones y hacer campaña desde el púlpito privilegiado de la Presidencia de la República.
Dice el Ganso de Macuspana que sólo se defiende y ejerce su derecho a réplica ahora que se suman PAN y PRI, en algunos casos el PRD para disputarle el poder, presumiendo al mismo tiempo que no se equivocó al señalar a esos partidos como integrantes de la misma mafia. Pero no acepta que lo peor de esos organismos, salió para integrarse a lo que hoy es Morena, incluyendo a la hija de quien fuera presidente de la Coparmex, el panista unívoco, Manuel Clouthier, Maquío.
Con su desafío al INE y la estrategia implementada por los morenos desde el poder para atacar la suma de fuerzas de oposición, se nota la preocupación porque la unión de minorías pueda hacer mayoría en el la Cámara de Diputados y le arrebaten el dinero público que discrecionalmente maneja el tlatoani olmeca para comprar votos con programas clientelares disfrazados de sociales.
No mide consecuencias y no en el plano legal, no le importa; si como eterno candidato nadie se atrevió a denunciarlo, quién se atrevería hoy que usufructúa la investidura presidencial. La penitencia para el profeta de la 4T, será fortalecer a los de enfrente, empujarlos a unirse para defenderse y llegado el momento, fortalecidos, atacar e intentar restarle poder.
Por eso le urge; vendrá una escalada desde el gobierno y Congreso federal, de los estatales afines a la Cuarta y con ello empujará más a opositores que aún se resisten a presentar un solo frente al poder omnímodo del caudillo de Villa Tepetitán, y disputarle la mayoría en las elecciones.
Acusa a los que se fueron, de querer regresar como si eso fuera ilegítimo. Y como si se viera en un espejo afirma que se unen para “tratar de imponer el régimen neoliberal para privatizar, saquear e imponer un régimen antidemocrático, corrupto que llevó al país a una crisis económica y de valores”. Hoy los números indican que estamos peor que antes con trimestres recesivos, más muertos y un gobierno desarticulado donde están los más ineptos y rateros. Los pocos que servían, prefirieron renunciar.
Como si hiciera un retrato de su administración afirma que aquéllos se dedicaban a “robar, robar y robar”, afirmando que esta alianza busca que el Prepuesto de Egresos de la Federación se siga quedando en unas cuantas manos. Hoy sólo se quedan en las del Ganso de Palacio, sus hermanos, hermanas, hijos, primos, nueras, privilegiados de su gabinete y compadres.
Por eso cuando el mesías dice que él y los suyos son diferentes, miente, son peor, porque los de hoy son igual de corruptos y rateros, pero más cínicos porque aún con las pruebas incluso filmadas, son capaces de perdonarse entre sí y afirmar que no se manchan el plumaje.
Tal es el caso de Felipa Obrador para quien los 365 millones en contratos de Pemex es una limosna frente a la millonada que hará con las 38 hectáreas, 380 mil metros cuadrados que tiene para desarrollos turísticos en Palenque, Chiapas justo por donde habrá de pasar el Tren Maya que le construye su primo el presidente.
Si hubiese dudas, el cambio de uso de suelo se les otorgó a las empresas de Felipa en febrero del año pasado para que puedan ofrecer servicios de hospedaje. Esos sí son negocios y como está cerca del rancho presidencial, pues a la mejor algo le salpica. Ese es sin duda, el futuro familiar. Tal vez por eso la urgencia y necedad del trenecito.
Pero eso no es corrupción como tampoco el fraude a Macuspana por parte de la familia, ni el robo y complicidad de la cuñada con Javier Duarte que aportó a las campañas de Morena, o del hermano Pío a quien todos exoneran a pesar de evidentes delitos electorales, lavado de dinero y uso de recursos de procedencia ilícita, o al menos inexplicable.
Para ellos, los hijos inexplicablemente millonarios, el mismo mesías que aceptó vivir y financiar campañas durante años con dinero de origen no aclarado, no hay culpa como tampoco para los manueles Bartlett, Irma Eréndira, su esposo y hermano, Rocío Nahle con marido y compadres, Zoé Robledo, hermano y amigos, Ana Guevara y todos los que fueron denunciados con pruebas. Ninguno de ellos se manchó el plumaje, ya lo traían sucio.