- Conviene a Morena pueblo pobre y urgido; millonario presupuesto a siervos
Miguel A. Rocha Valencia
La advertencia explícita de Iberdrola de no invertir más en México, fue desestimada por el tlatoani de Palacio Nacional, a quien según dijo, sólo le interesan los negocios públicos y no privados, con lo cual, mete a los ya de por sí descalificados operadores de Cuarta convencidos de que, sin la inversión de empresarios particulares, el país no va a avanzar, especialmente porque los dineros del erario, no se van a inversión, sino a dádivas compravotos.
Son cerca de 700 mil millones de pesos, donde más del 60 por ciento carecen de transparencia, existen denuncias de que no llegan a su destino, pero todos se inscriben en el rubro de programas sociales y de estímulos, no necesariamente a los más pobres, dado que en “Sembrando Vida” se inscriben incluso pequeños propietarios agrícolas y ganaderos, algunos con capacidades productivas de comercialización.
Porque ese como otras estrategias carecen de estructura formal y se reduce al “delegado especial” y los llamados “Siervos de la Nación”, que lo mismo promueven el voto en favor del profeta tabasqueño que integran los padrones de beneficiarios de los famosos programas sociales, por lo cual, cobran.
Y cobran bien porque al tiempo de asignar apoyos, comprometen a beneficiarios con la Cuarta, es decir, con Morena. Eso lo saben autoridades electorales, pero no se sancionan.
Ese ejército de 20 mil “simpatizantes de Morena”, está perfectamente “aceitado” con un monto similar al Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) es decir, más de tres mil 300 millones de pesos con los cuáles se pagan salarios mensuales de 10 mil 300 pesos al promotor, 266 coordinadores regionales reciben 75 mil pesos y los 32 superdelegados se llevan 122 mil pesotes, es decir, ganan más que el presidente de la República.
Además, todos ellos tienen la promesa de incrementar sus salarios a partir de abril de 2021, también muchos de ellos serán nominados a cargos de elección en alcaldías, diputaciones o gubernaturas, como es el caso de algunos superdelegados, por eso los dineros y apoyos que dispersan, tienen ese perfil, claro, se ha detectado que no todo lo entregan y a la hora de asignarlos coaccionan, como lo indican las 109 denuncias en la Función Pública de Irma Eréndira Sandoval, que desde luego, no prosperarán.
Es decir, que, en la pinza de promoción y dispersión política de los dineros públicos, todo está bien organizado pues se trata de organismos que dependen directamente del gobierno federal a través de la Secretaría del Bienestar.
Por eso la pandemia cayó “anillo al dedo” a la Cuarta, pues con la necesidad surgida de la crisis económica, hace más dependientes de los apoyos a los beneficiarios. Se oye perverso, pero así es.
Tal vez por eso al mesías tropical tampoco le importa la recuperación real de la economía, por el contrario, entre menos mejore la situación, menos autonomía de los mexicanos para decidir su futuro. De ahí su desprecio a la inversión privada, aunque después de las elecciones del año próximo si le dé entrada para tener un gran cierre sexenal.
Hoy lo menos que conviene a la Cuarta es recuperar el nivel de empleo o el crecimiento económico. A López le conviene que haya necesidad, que la gente recurra a la dádiva ante la falta de oportunidad en el empleo que le permita superar la crisis.
Ya habrá tiempo más adelante para aprovechar la inversión privada para propiciar un crecimiento que le permita en el segundo trienio entregar cuentas sobresalientes. Mientras tendremos qué aguantar porque como advirtió el secretario de Hacienda, la recuperación será lenta y prolongada.