Washington, Estados Unidos.- Autoridades migratorias de Estados Unidos buscan contratar analistas para recopilar información personal de inmigrantes a través de redes sociales, la cual será utilizada como pista para realizar redadas y operativos.
El monitoreo abarcará desde interacciones públicas tales como publicaciones, compartidos y comentarios, hasta mensajes privados en plataformas como Facebook, TikTok, YouTube, X y otras redes sociales.
La operación se llevará a cabo de manera permanente, las 24 horas del día, utilizando “la última tecnología”, incluida inteligencia artificial (IA), para apoyar las labores de vigilancia, deportación e identificación de personas.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) publicó una licitación en la que solicita a empresas privadas proveer al menos 30 analistas para centros de vigilancia del ICE ubicados en Williston (Vermont), cerca de la frontera con Canadá, y en Santa Ana (California).

Planea EU “cazar” migrantes a través de redes sociales
El Gobierno requiere “servicios de análisis y generación de pistas” que “cumplan con la misión de aplicación de la ley del ICE” para localizar a quienes “representen un peligro para la seguridad nacional”.
El uso de redes sociales para vigilar socava la democracia, explicó Alberto Fox-Cahn, abogado y fundador del Proyecto de Supervisión de Tecnología de Vigilancia.
Acceden a información que la gente cree privada, lo que afecta directamente la libertad de expresión y la posibilidad de opinar sin miedo.
También alertan que esta práctica podría llevar a que personas sean puestas en la mira de forma sistemática por sus creencias políticas, religión u otros factores protegidos por la Constitución.
La licitación para monitorear redes sociales es solo la más reciente de una serie de contratos con empresas tecnológicas para ampliar la capacidad de vigilancia del ICE. Entre ellos destaca un acuerdo de 30 millones de dólares con Palantir, compañía cofundada por Peter Thiel, para desarrollar ImmigrationOS, una herramienta basada en IA diseñada para identificar y ubicar a personas en situación migratoria irregular.
Según The New York Times, Palantir ha recibido más de 900 millones de dólares en contratos del Gobierno desde el inicio del segundo mandato de Donald Trump, lo que refleja una expansión significativa de las capacidades tecnológicas del ICE para reforzar el control migratorio.