Ciudad de México.- La continuidad de las lluvias, combinada con fenómenos climáticos extremos, ha provocado inundaciones récord, deslaves y daños estructurales que aún persisten en muchas comunidade pero, sobre todo, un alto índice de muertos, en los estados de Veracruz, Puebla, Querétaro, Hidalgo y San Luis Potosí .
La infraestructura colapsada, las vías de comunicación interrumpidas y la escasa capacidad de respuesta en algunas regiones han agravado la crisis humanitaria y dificultan las labores de ayuda y recuperación.

Lluvias e inundaciones: El recuento de los daños
Según la situación en cada una de las entidades afectadas se identifican los siguientes desafios:
Contención y evacuación: Muchas zonas permanecen inundadas y los pobladores atrapados en sus viviendas sin acceso a servicios básicos como agua potable, electricidad y atención médica.
Distribución de ayuda: La dispersión de comunidades aisladas y las malas condiciones de acceso dificultan la llegada de víveres, medicamentos y material de emergencia.
Recuperación y reconstrucción: La infraestructura dañada requiere una reconstrucción a largo plazo que aún no inicia de manera efectiva en varias regiones.

Lluvias e inundaciones: El recuento de los daños
Prevención futura: La situación evidencia la necesidad de ampliar y fortalecer los planes de prevención, gestión de riesgos y mitigación ante eventos climáticos extremos.
Estos son algunos testimonios de la tragedia que ya dejó 64 muertos, además de desaparecidos:
Puebla
“La corriente entró en nuestra casa y todo quedó bajo el agua. Perdí documentos, ropa y nada me quedó. Mi familia y yo estamos viviendo en un refugio provisional. La ayuda llega muy lentamente y no tenemos suficiente para recuperarnos.” — María López, Quecholac.
Veracruz
“A nuestros cultivos los arrasó la tormenta. Somos campesinos y ahora no tenemos qué comer. La pobreza en muchas comunidades se ha agravado y no hay un plan claro para ayudarnos a salir adelante.” — José Martínez, Río Blanco.
La situación actual en México tras las lluvias torrenciales revela una grave crisis humanitaria que requiere acciones inmediatas, coordinadas y sostenidas. Aunque las autoridades han desplegado recursos y personal en varias regiones, la magnitud de las daños y la persistencia de las lluvias demandan un esfuerzo mayor y efectivo para salvar vidas, proteger a las comunidades y garantizar una recuperación digna.

Lluvias e inundaciones: El recuento de los daños
Es fundamental fortalecer las políticas de prevención, mejorar los sistemas de alerta temprana y planificación urbana para reducir el impacto de fenómenos climáticos extremos en el futuro, y garantizar que ninguna familia quede desamparada en situaciones de emergencia como la actual.