Por Óscar Sánchez Márquez
Dos hechos confirmados esta Semana Santa: La expansión de la tercera ola de Covid-19 en el mundo y la divulgación del informe sobre el origen del virus mortal, que concluye que no está claro cómo y cuándo surgió, colocan al mundo entero a la deriva frente a la mayor pandemia de los últimos cien años.
Francia, Italia, Alemania en Europa; Canadá en América del Norte; Brasil y Uruguay, en Sudamérica, son solo algunos países que lamentablemente enfrentan ya una tercera ola del virus SarsCov-2 que generó la pandemia de Covid19 , mientras que en el resto de las naciones del mundo se advierte de la urgencia de reforzar medidas sanitarias -como el uso de cubrebocas y el distanciamiento social- para retrasar la llegada de un tercer rebrote de contagios y muertes.
Es en este marco que la Organización Mundial de la Salud agregó más incertidumbre a este escenario, puesto que el informe que ordenó realizar y divulgó esta semana respecto a las investigaciones sobre el origen del del virus deja más dudas que certezas y coloca a la indagatoria base como un barco a la deriva, sin dirección ni coordenadas.
Así, a poco más de un año del anuncio formal del inicio de la mayor pandemia de que se tenga conocimiento en el último siglo, la ciencia carece de bases para descifrar con el rigor que se requiere dónde, cómo y cuándo surgió el SarsCov-2, lo que supone que la guerra entre potencias por echarse la culpa acerca de la existencia del virus y la ausencia de certeza científica para atacar ese mal continuará por mayor tiempo.
El Informe realizado por la Organización Mundial de la Salud cuyos resultaron fueron dados a conocer el martes pasado, colocan a la población mundial en el terreno de la duda, si tomamos en cuenta las siguientes conclusiones.
1.- El virus sí fue transmitido por murciélagos a los humanos, pero a través de otro animal, pero no se sabe cuál fue. Sobre este punto, las investigaciones deberán ser todavía más profundas.
2.- El mercado de animales silvestres y de mariscos de Wuhan, China, no fue el origen del virus que provocó el coronavirus; sin embargo, es necesario realizar más investigaciones para corroborar al cien por ciento este hecho.
3.- Una fuga en el laboratorio virológico con sede en Wuhan no es el origen del coronavirus, pero también los investigadores concluyen que se requiere que el gobierno de China aporte más información y abra sus archivos de manera integral con el fin de poder descartar del todo esta hipótesis.
4.- Existen elementos suficientes para señalar que el virus pudo tener sus primeros registros en otros países, como en Estados Unidos, mucho tiempo antes de que fuera decretado en Wuhan, China, según algunos expertos.
5.- China ha aportado información insuficiente como para desarrollar una investigación concluyente, de tal manera que todavía no se puede descartar que ese país, su mercado y centro virológico de Wuhan hayan sido el origen del virus.
Pero tampoco la información con que se cuenta puede descartar que esta pandemia pudo haberse originado en otra nación, en otro momento al que todo mundo conoce.
La conclusión general, por tanto, es que el origen del SarsCov-2 sigue siendo un misterio. Las dudas expresadas por el propio director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, sobre los resultados de la investigación, generan más incertidumbre que certezas a nivel mundial.
Un año después de conocer sobre el virus mortal, el mundo es un barco a la deriva, en medio de luchas entre potencias económicas y la disputa entre naciones ricas y pobres por obtener mayor número de vacunas para inocular a sus respectivas poblaciones.
En medio de este panorama dominado por las falsas certezas, la Covid-19, la pandemia del siglo no solo sigue cobrando miles de víctimas a diario, vidas humanas que se pierden, sino que surgen nuevas variantes, más resistentes, contagiosas y peligrosas.
En Brasil se propaga la mutación del SARCOV-2 conocida como P.1, que cobra a diario más de tres mil muertes; otras variantes mortales son la sudafricana y la inglesa, ésta última conocida como la B.1.1.7.
En México se han detectado varios casos de esas mutaciones. en todo el mundo; la B1.1.7 ha sido identificada en 103 países; la B.135, en 49, mientras que la P.1, en 29.
La vacunación avanza, pero a ciegas, el origen virus sigue siendo un enigma y nuevas amenazas siguen latentes.