Ernesto Madrid
Mientras el rezago educativo presentó un crecimiento porcentual del 4.9%, la carencia que presenta los resultados más graves es la de acceso a servicios de salud, que entre 2016 y 2022 prácticamente ha triplicado el número de personas que sufren de este problema, al presentar un aumento porcentual del 150.6%.
Lo anterior, de acuerdo con el Compendio Estadístico sobre las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSCs) en México, elaborado por Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), INEGI, Coneval y otras organizaciones, que concluye, que al considerar la de pobreza y bienestar económico, si bien México ha avanzado en la atención de carencias, lo ha hecho a costa de descuidar considerablemente los servicios que garanticen un acceso a servicios de salud y además debe mejorar el rezago educativo.
Con base en el documento la proporción de la población en México que vive por debajo del umbral internacional que se establece para la pobreza (1.90 dólares diarios), reportado en el Sistema de Información de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de INEGI, en el comparativo es posible ver el número de personas que viven debajo del umbral internacional de la pobreza, que pasó del 12.6% al 5.9% de personas que viven por debajo de la línea de pobreza extrema, lo que representa una disminución porcentual del 53.2% entre 2000 y 2020.
Cuatro de los seis indicadores de carencia social a nivel nacional presentaron una mejora al reducir la población que las padece que, respecto a 2016, la carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad tuvo una disminución porcentual del 16.9%, mientras que el de acceso a la seguridad social fue del 7.2%, de calidad y espacios de vivienda fue del 24.2% y de acceso a los servicios básicos en la vivienda fue del 7.3%.
No obstante, el Informe de Transparencia del ejercicio fiscal 2022, las donatarias, que contribuyen a mejorar estos rezagos, recaudaron más de 54 mil millones de pesos en donativos. Del total recaudado, 63% provino de personas morales (fundaciones y empresas) y personas morales, 30% de personas físicas y 7% del sector público. Esta cifra tuvo un ajuste de acuerdo con el reporte de donatarias autorizadas, llegando a los 56 mil millones.
Sobre la fuerza laboral, las organizaciones de la sociedad civil generan más de 780 mil empleos directos, y cuentan con el apoyo de más de 2 millones de voluntarios para realizar su labor.
Gracias a la medición que realiza el INEGI a través de la Cuenta Satélite de Instituciones Sin Fines de Lucro de manera anual, se sabe que el PIB de las ISFL privadas, que en 2021 fue de $355,354 millones de pesos, equivale a 13 veces el Anteproyecto de Presupuesto 2024 que presentó el INE; ese es el peso del tercer sector en una escala nacional.
En la actualidad se estima que más de 48,000 organizaciones atienden problemáticas relacionadas con pobreza, rezago educativo, acceso a servicios de salud y alimentación. Sin embargo, el tamaño de este sector sigue siendo pequeño con relación al número de habitantes, ya que existen 38.1 OSC por cada 100 mil habitantes.
La relevancia de este compendio se traduce en la posibilidad de contar con información de las organizaciones de la sociedad civil en México y permite profundizar sobre su actuación, apoyo y el quehacer diario para abordar las diferentes problemáticas sociales en nuestro país. Lo anterior permite tener una visión clara y concisa del sector no lucrativo en México, comentó Ricardo Bucio Mújica, Presidente Ejecutivo del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).
El documento arroja que en el ejercicio fiscal 2022, las OSCs del país recaudaron más de 54 mil millones de pesos en donativos. Del total recaudado, 63% provino de personas morales (fundaciones y empresas) y personas morales, 30% de personas físicas y 7% del sector público. Esta cifra tuvo un ajuste de acuerdo con el reporte de donatarias autorizadas, llegando a los 56 mil millones.