Washington, D.C., Estados Unidos.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Israel y Hamás han firmado la primera fase de un acuerdo de paz para poner fin al conflicto en Gaza, en lo que podría representar el avance más significativo hacia una tregua desde el inicio de la guerra en octubre de 2023. El anuncio fue respaldado por mediadores internacionales de Egipto, Qatar y Turquía, y forma parte de un plan de 20 puntos diseñado por la administración estadounidense.
Según Trump, el acuerdo contempla la liberación de 47 rehenes por parte de Hamás, vivos y fallecidos, en un plazo de 72 horas, a cambio de la liberación de 250 prisioneros condenados a cadena perpetua y 1,700 detenidos palestinos por parte de Israel. Además, se prevé una retirada gradual de tropas israelíes del territorio palestino, aunque los bombardeos no han cesado completamente, lo que ha generado tensiones entre Tel Aviv y Washington.
Uno de los puntos más delicados del acuerdo es el desarme de Hamás, que aún no ha confirmado su disposición a entregar las armas. En paralelo, se establecerá un gobierno de transición en Gaza, conformado por un comité tecnocrático palestino, supervisado por un órgano internacional presidido por Trump, con participación del ex primer ministro británico Tony Blair.
El acuerdo también contempla la entrada de ayuda humanitaria y el impulso de un plan económico para la reconstrucción de Gaza. La entrega de listas de prisioneros por parte de Hamás y los preparativos logísticos en Israel indican que ambas partes han comenzado a implementar la primera fase del pacto.
Trump calificó el avance como “un gran día para el mundo árabe, Israel y Estados Unidos”, y pidió a todas las partes actuar con rapidez. Sin embargo, voces críticas en Israel han advertido sobre los riesgos de liberar a prisioneros de alto perfil, algunos con antecedentes de atentados graves.
Este anuncio, de confirmarse en su totalidad, podría marcar un punto de inflexión histórico en el conflicto israelí-palestino, aunque las diferencias sobre el futuro político de Gaza, el desarme de Hamás y la seguridad regional siguen siendo obstáculos importantes. El mundo observa con cautela, mientras se abre una ventana de oportunidad para la paz en una región marcada por décadas de violencia.