Luis Ayala Ramos
Ozumba, Estado de México.- A la medianoche, el sonido de las campanas rompió el silencio de este municipio; su repique desesperado buscaba reunir al pueblo. Vecinos y familiares de Itzel Díaz González, joven de 23 años desaparecida desde el martes 7 de octubre, se congregaron frente al templo principal de Ozumba para pedir ayuda en su localización.
Itzel salió de su domicilio la tarde del martes, alrededor de las 18:30 horas, con rumbo a una cena con un conocido identificado como José, cuyo nombre y número telefónico dejó a su familia antes de salir. Desde entonces, no se volvió a comunicar. Su madre intentó contactarla por mensajes y llamadas, pero el celular dejó de responder minutos después.
El miércoles 8 de octubre, cerca de las 18 horas, el joven con quien Itzel había salido fue detenido en una cremería del municipio de Tepetlixpa, donde trabaja, y trasladado a la Fiscalía Regional de Chalco para rendir declaración.
Familiares informaron que la ficha de búsqueda fue emitida por la Fiscalía de Personas Desaparecidas del Estado de México, mientras que vecinos del barrio Santiago se unieron en brigadas para recorrer calles, barrancas y caminos cercanos.
Según los reportes de geolocalización del teléfono de Itzel, la noche del martes marcó primero una ubicación en San Luis Potosí y posteriormente en Zacatecas. Horas más tarde, al mediodía del miércoles, el GPS señaló la zona de Tepetlixpa, muy cerca del domicilio del joven detenido. “Cuando la policía se movía hacia donde marcaba el celular, la ubicación cambiaba constantemente entre Nepantla y Tepetlixpa”, relataron familiares.
El mismo miércoles, un grupo de vecinos bloqueó brevemente la calle Quintana Roo para exigir la presencia del presidente municipal, quien —según los testimonios— solo se comunicó por teléfono para asegurar que el sospechoso había sido detenido y que Itzel regresaría pronto.
Tocan las campanas en Ozumba para pedir apoyo en la búsqueda de Itzel Díaz González
Hasta las primeras horas del jueves, las campanas del pueblo continuaban sonando. Cada toque se convirtió en un llamado de auxilio, una señal de esperanza y unión entre habitantes que no descansan hasta encontrar a la joven.
Itzel Díaz González fue vista por última vez en la calle Quintana Roo No. 1, Barrio Santiago, en Ozumba. Mide 1.50 metros, tiene complexión robusta, ojos cafés, cabello negro a la altura de los hombros, y un tatuaje en la mano izquierda con un rosario y una virgen. Vestía un suéter corto color vino, pantalón azul rey con rojo en la parte delantera y tenis blancos.
“¡Hasta encontrarte, Itzel!”, gritaron los vecinos mientras las campanas seguían resonando en el corazón de Ozumba.