Ernesto Madrid
Mientras que la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, estimó que la eventual llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos “no implica ningún riesgo” para México, especialistas advierten lo contrario al señalar que habrá “desafíos preocupantes”, especialmente por las amenazas de aranceles a las importaciones de bienes manufacturados en territorio mexicano.
Con base en información publicada en El Financiero, Gustavo Uruchurtu, panelista del T-MEC y ex negociador del TLCAN, las preocupaciones son con base en las recientes declaraciones de Trump en la Convención Nacional Republicana, donde amenazó con imponer aranceles de hasta 200% a los automóviles eléctricos fabricados en México por empresas chinas, así como presionar a las empresas automotrices a producir en EU si quieren vender en el país ante la sensibilidad del sector automotriz y el superávit comercial que México mantiene con EU.
De acuerdo con la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) México realiza compras de productos a China entre los que se encuentran, partes y accesorios de automóviles, automóviles y vehículos diseñados para el transporte de personas, alambres y cables eléctricos y bombas de aire o bombas de vacío.
Además, entre los productos que más se compran a China se encuentran los circuitos integrados, como los semiconductores; aparatos de telecomunicaciones como las computadoras o teléfonos celulares y otras máquinas de procesamiento, motivo por el cuál, los expertos advierten la necesidad de estar preparados para posibles intentos de renegociación, especialmente en el sector automotriz.
“Sí, creo que va a estar esta cuestión de los automóviles sobre la mesa”, afirmó el especialista, comparando la situación con las recientes medidas implementadas en el sector del acero por la administración del presidente Biden por lo que el especialista en temas de intercambio comercial dejo en claro que la Secretaría de Economía, que encabezará Marcelo Ebrard, quién por cierto no ve mayor riesgo, tendrá un papel crucial en la próxima administración y tendrá que implementar una estrategia sólida para enfrentar las potenciales amenazas comerciales de Trump.
Incluso, Claudia Sheinbaum dijo que no habría cierre de fronteras, que se mantendría el T-MEC y que no habrá una deportación masiva de migrantes mexicanos, además de anticipar anticipó que “nosotros vamos a trabajar con el que decida el pueblo de Estados Unidos y en cualquiera de los casos que se vaya a elegir, ya sea con el expresidente Donald Trump o con quien encabece la candidatura del partido demócrata, ya la relación entre México y Estados Unidos, en términos económicos, no puede suspenderse, hay mucha integración”.
No obstante, para Gustavo Uruchurtu, en el tema del nearshoring, que va más allá de la simple relocalización de empresas, se trata de una política estratégica de EU para desarrollar industrias clave como la de vehículos eléctricos, energías limpias, semiconductores y materiales críticos en dónde “La parte estratégica son estas industrias” y la importancia de estas cadenas de suministro para la seguridad nacional estadounidense.
Por su parte, César Hernández, socio fundador de Publius Consultores, djio que el arancel de 10% que promete Trump sería muy malo para las empresas mexicanas que exportan a EU, y el de 50% a China también tendría un impacto para quienes importan, si se complementa con disposiciones que busquen evitar la triangulación, pero en caso contrario, “si a México, por ser parte de T-MEC, no le aplicará el arancel del 10%, entonces podríamos incluso ganar participación de mercado en EU”, indicó.
En el contexto, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, anunció que, en los últimos años, China aumentó el número de sus exportaciones propiciando un comercio inequitativo con nuestro país, por lo que hizo un llamado a revisar el Plan México.